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Un centenar de aficionados recibieron en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas al piloto Carlos Sainz, ganador del Rally Dakar 2018, el segundo de su carrera, con gritos de "campeón" y "matador" para recibir al piloto de Peugeot, que se confesó emocionado por la repercusión de su éxito.

"No esperaba ese recibimiento ni muchísimo menos, lo único que puedo es agradecerlo. Ver a todos mis amigos, a todos los medios aquí, me produce una gran satisfacción y una gran alegría", declaró Sainz al salir por la zona de llegadas de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño, procedente de Buenos Aires (Argentina). Entre quienes acudieron a recibirle estuvo su mujer, sus hijas y su hijo Carlos Sainz Jr, piloto de Fórmula Uno con el equipo Renault.

GRAN ACOGIDA

Junto a ellos, varias decenas de aficionados equipados con una camiseta blanca, con el logo de su marca, Peugeot, y la inscripción '¡Felicidades campeón!' esperaron a Sainz, y el piloto madrileño agradeció su apoyo a la gente que confió en él. "Siempre he confiado y he creído que podía conseguir la victoria", declaró un emocionado Sainz, que se quedó con esta victoria respecto a la del año 2010.

"Corro para divertirme, porque me gusta, porque es mi pasión, no corro para demostrar nada a nadie", añadió el piloto madrileño. Preguntado por si intentará ganar el tercer Dakar, Sainz comentó: "No lo sé, ya tomaré la decisión".

DOBLETE

El piloto madrileño de 55 años se proclamó el sábado vencedor del Dakar por segunda vez en su carrera (la anterior fue en 2010) con más de 43 minutos de ventaja sobre el segundo, el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), añade este doblete al que atesora en el Mundial de Rallys, con triunfos en 1990 y 1992.

Una recompensa después de seis abandonos consecutivos entre 2011 y 2017 (en 2012 no compitió) obtenida tras superar los casi 9.000 kilómetros de este Dakar que pasó por Perú, Bolivia y Argentina sin casi incidentes de importancia, mientras que por el camino se fueron quedando sus compañeros de equipo y rivales, los franceses Stéphane Peterhansel, Sébastien Loeb y Cyril Despres.