| Telemadrid
(Actualizado

Hace varias semanas que los cabecillas del Frente Atlético y los del Riazor Blues se habían retado para pelearse horas antes del partido que iba a enfrentar en la mañana del domingo 30 de noviembre a sus dos equipos: El Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña. Nada extraño y sí habitual entre los grupos más radicales que enturbian la afición futbolística. Pero hoy la cita se ha teñido de sangre. ¿Por qué?

Muchas pueden ser las respuestas a esta pregunta, pero lo cierto es que hoy en la memoria de los asiduos al estadio Vicente Calderón, ubicado en la ribera del Manzanares, se ha hecho un hueco un nombre: Aitor Zabaleta, el aficionado de la Real Sociedad que en los aledaños de esta instalación deportiva murió a manos de Ricardo Guerra en 1998.

CITADOS PARA PEGARSE

Según han comentado fuentes policiales consultadas por Efe, los cabecillas de estos dos grupos radicales -de ultraderecha los del equipo de casa y antifascistas los del visitante- ya se habían citado para pelearse. “¿A qué no tenéis cojones de quedar para pegarnos?”.

Con esta pregunta, uno de los cabecillas de uno de los grupos ultras se dirige, en un 90 por ciento de los casos por WhatsApp, a otro de los “líderes” de su grupo rival. La respuesta suele ser inmediata y positiva. Después, concretan el número de miembros que acudirá a la cita por cada grupo y el lugar.

En sus agendas telefónicas no faltan los números de sus rivales. Pocas veces usan las redes sociales para retarse. Se conocen. Se tienen fichados y se convocan. Siempre es la misma práctica entre los grupos radicales de las aficiones, en general pacíficas, de los equipos de fútbol. Hay que remontarse a hace dos años cuando otra pelea de este tipo tuvo lugar en las proximidades del estadio Santiago Bernabeu, entre los Bukaneros, ultras del Rayo Vallecano, y los Ultra Sur del Real Madrid. Desde entonces las sucesivas citas entre seguidores radicales se habían logrado abortar.

Tras el intercambio de mensajes, los cabecillas de Riazor Blues lo tienen claro. Se les unirán grupos de su ideología, en concreto del sector más radical de los Bukaneros, con quienes están "hermanados", y los Alkor Hooligans del Alcorcón, también cercanos a su "filosofía".

SIN CONSTANCIA DE LA CITA

En esta ocasión, dicen las fuentes que ha consultado Efe, los servicios de Información de la Policía no tuvieron constancia de esta cita y, por las razones que sea, no han podido evitar una reyerta que se ha prolongado al parecer durante 45 minutos antes de que llegaran los agentes y que se ha trasladado a diferentes calles aledañas al Vicente Calderón. Nada más y nada menos que 200 radicales se han enfrentado desde primera hora de la mañana armados con todo tipo de artilugios (bates de béisbol, armas blancas, barras de hierro, ...), así como con cuchillos o botellas.

Los del Frente Atlético, según las fuentes, llevaban desde las 8.30 horas preparados para recibir a sus “enemigos”. Madrid Río, una importante obra que concitó en su día tantas críticas como alabanzas y hoy escenario de actividades deportivas y lúdicas de los madrileños, ha sido el escenario de una multitudinaria reyerta que ha acabado con la vida de un hombre.

Al parecer, tras agredirle y patearle hasta la saciedad, sus “enemigos” le han arrojado al río, pero algunas fuentes han señalado a Efe que la víctima pudo tirarse él mismo arrastrándose hasta la orilla ya prácticamente moribundo después de que cuarenta personas le pisotearan la cabeza, según han comentado algunos testigos.

Como ha podido observarse en las imágenes que se han visto por televisión, los cabecillas de estos grupos, viejos conocidos de la Policía, se han dirigido a los hospitales para interesarse por los heridos. ¿Qué ha fallado? ¿Pudo evitarse? Son preguntas que por el momento no tienen respuesta.