Dos derrotas en tres días, en el clásico ante el Barcelona y en el Ramón Sánchez Pizjuán frente al Sevilla, han dejado al Real Madrid sin margen de error en la Liga y además, de paso, depende del Atlético de Madrid y del Barcelona. El conjunto del italiano Carlo Ancelotti ha echado al traste un porcentaje serio de sus opciones después de permanecer prácticamente una vuelta invicto.
Hace cuatro días, antes del clásico, tenía incluso la oportunidad de hasta encarrilar claramente su candidatura al título, pero sucumbió ante el conjunto del argentino Gerardo Tata Martino (3-4) y, lejos de recuperarse en la capital hispalense, volvió a tropezar (2-1) ante la eficacia defensiva del cuadro sevillista y su pegada a la contra, rubricada por el doblete del colombiano Carlos Bacca.
31 PARTIDOS INVICTO
Atrás ha quedado una racha espectacular de 31 partidos invicto. El Real Madrid, que llegó a estar claramente descolgado de azulgranas y rojiblancos, no solamente recuperó terreno, sino que además pasó a comandar la tabla con tres puntos sobre el Atlético y cuatro respecto al Barcelona.
Pero en tres días la situación ha cambiado radicalmente y es ahora la opuesta. El cuadro de Ancelotti está obligado a ganar prácticamente todo lo que le queda y esperar a que sus oponentes no lo hagan.
Precisa que el Atlético tropiece en dos partidos y que el Barcelona caiga en uno o empate en dos, ya que además el Real Madrid tiene perdida la diferencia particular con ambos.
"Está claro que ahora el margen de error es mínimo, pero vamos a intentar revertir la situación, que está en nuestra mano", aseguró nada más acabar el partido del Ramón Sánchez Pizjuán el internacional Xabi Alonso, que reconoció errores, incluso el propio que significó el empate del conjunto sevillista al poco de inaugurar el marcador el portugués Cristiano Ronaldo.
XABI ALONSO: "TODAVÍA QUEDA TIEMPO PARA GANAR"
El centrocampista tolosarra además consideró clave el hecho de que el equipo ha perdido en estos dos encuentras la fortaleza en labores de contención, lo que ha sido aprovechado, cada uno a su manera y recursos, por Barcelona y Sevilla.
"Todavía queda tiempo para ganar. Están ahí Atlético y Barcelona, que tienen que cometer algún error, y nosotros no podemos pinchar, pero todavía tenemos que creer", apuntó Alonso. Por su parte, Arbeloa ha dicho que "vamos a pelear y a luchar hasta el último aliento que nos quede".
La plantilla y todo el cuerpo técnico se ha conjurado ya en levantarse, en creer, en no bajar los brazos, en reconducir el camino para recobrar más opciones de aspirar al título.
Para empezar, el Real Madrid, que llevaba un lustro sin perder dos partidos seguidos en Liga, el sábado recibirá al Rayo Vallecano con la clara disposición a reencontrarse con la victoria y esperar a que Atlético y Barcelona no hagan lo propio.
La teoría, sólo la teoría, indica que puede ser una jornada propicia para los intereses madridistas. Aunque el Rayo está inmerso en una racha magnífica que le ha hecho huir de la zona de descenso, sobre el papel Atlético y Barcelona tienen compromisos más complicados. El equipo de Simeone visitará en el nuevo San Mamés al Atlético y el de Martino hará lo propio con el Espanyol en el derbi barcelonés.
Por tanto, todo lo que pueda parecer negro ahora puede ser blanco de nuevo. Si cuando mandaba en la tabla la plantilla madridista no se consideraba ganadora ahora no piensa que esté derrotada. Ancelotti y sus pupilos están obligados a sacar carácter, a enmendar los errores, a recuperar sus virtudes. Pero siempre partiendo de sí mismos para sacar adelante de nuevo los partidos.
Ese debe ser el punto de partida para una Liga que se le ha complicado notablemente pero que no está "imposible", tal y como coincidieron Ancelotti y sus jugadores tras perder frente al Sevilla.