El kilómetro vertical de La Barranca consagra a los nuevos campeones de Madrid
Quince días después de la excelente carrera de ambos en la primera carrera de Copa de Madrid de carreras por montaña, Trujillo, primera entonces, y Bellido, sexto, pero siempre en el grupo de cabeza, han vuelto a demostrar el excelente estado de forma en el que se encuentran.
En el caso de Cristina, no ha dado ninguna opción a sus inmediatas adversarias, Celine Gallardo y Beatriz Sánchez, con una ventaja en línea de meta de algo más de 2 minutos; todo lo contrario que el disputado final entre estas dos corredoras que han luchado hasta las últimas rampas de Guarramillas la segunda plaza del cajón, finalmente para Gallardo con solo 35 segundos de ventaja frente a Sánchez.
Exiguas ventajas en el podio masculino con una segunda plaza para un poderoso José Irurozqui, a menos de un minuto de Bellido y Carlos Galera con algo más de diferencia en el crono final.
Categorías júnior y promesas
El podio junior fue para Paula Sánchez y Álvaro Martínez, seguidos por Ana Martín y Jorge Gómez, dejando el bronce para Diego Fernández (sin clasificar en las féminas).
Victoria para Alba Valladares y Alberto Agundez en categoría promesa con Susana Trujillo y Hector Rodríguez en segunda posición y Pablo Romero en tercera (igualmente, sin tercero en las féminas).
Veteranos
Por su parte, las veteranas A fueron lideradas por la tercera absoluta, Beatriz Sánchez, seguida de Mar Sacristán y Carla Junquera. La clasificación de veteranos A copió el podio absoluto.
En veteranas B triunfo para Belén Nathalie Surroca, seguida de María Quiroga y Mercedes Martín y, en masculino, primera plaza para Francisco Ortega con Ángel de la Encarnación en segunda posición y Francisco Martínez cerrando el podio.
Cadetes
Finalmente, la categoría cadete, que disputó un recorrido acortado, fue liderada por Irene Hernándo, seguida por Luna de la Fuente y Carlota Cañizares para el bronce.
Por cuestiones de seguridad sanitaria, la salida y meta de la carrera se desplazó del casco urbano de Navacerrada a la zona de la glorieta de entrada a La Barranca, siendo la salida escalonada entre los corredores lo que facilitó la formación de una línea de corredores con cierta distancia de seguridad entre ellos.
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