Bernardo Pareja es un caso excepcional dentro del atletismo popular. Tiene 65 años, ha corrido todas las ediciones del maratón popular de Madrid (33 hasta ahora) y el domingo corre su 34 Mapoma, esta vez dos meses después de que le hayan implantado un marcapasos. La operación ha sido necesaria porque tantos entrenamientos le han desarrollado el corazón hasta tenerlo muy grande y con muy pocas pulsaciones. El marcapasos era necesario para regular el corazón y evitar que tienda a detenerse por las pulsaciones tan bajas.
Bernardo recuerda aquellos años en los que se veía mal correr, cuando entrenaba la gente pensaba que le perseguía la policía; los automovilistas y los peatones les insultaban cuando se cortaban las calles de Madrid en las primeras ediciones del maratón de Madrid para que los atletas ocuparan el asfalto.
Cada mañana se levanta a las seis de la mañana para correr una horita por el parque Juan Carlos I y los fines de semana hace dos y hasta dos horas y media de entrenamiento. Un hombre con una vitalidad y una alegría que merece la pena conocer, así como la reseña del escritor japonés Murakami, que Bernardo nos cuenta para seguir teniendo ganas de hacer deporte...y de vivir.