1-1. Un piadoso Leganés aumenta la fe de la Ponferradina

El Leganés y la Ponferradina firmaron un empate en Butarque (1-1), insípido para los madrileños toda vez que tuvieron claras ocasiones para sentenciar antes de quedarse con diez hombres.

El duelo era importante para ambos conjuntos, sobre todo para los locales ya que una victoria les permitía dejar encarrilada su clasificación para el playoff de ascenso ante un contrario que tras acariciar la permanencia aspira al mismo objetivo.

Doble ocasión pepinera

Esa voluntad de triunfo se plasmó desde el arranque, con un cuadro leganense más incisivo que pudo adelantarse pronto si Eraso hubiera golpeado de primeras y con todo a favor un pase que optó por controlar. El defensa se le echó encima.

Pudo también marcar Jonathan Silva en un golpeo desde el corazón del área que pegó en el lateral de la red, idéntico destino que tuvo una vaselina de Yuri en la que fue la oportunidad más clara para los bercianos en la primera mitad.

Al final la mayor insistencia del anfitrión, reflejada fielmente en la figura de Sergio González, tuvo recompensa. El central, que había avisado con un tiro a bocajarro bien despejado por Caro, se encontró con una situación semejante poco después tras una buena dejada de Miguel. Esta vez su toque sutil acabó en las mallas.

Arnáiz tiene la victoria en sus botas

Con el viento a favor, asomó incisivo el Leganés de los vestuarios. Y tuvo en las botas de Arnáiz la opción de ampliar la renta pero su fallo, casi a puerta vacía, fue el broche de una jugada donde previamente también se había equivocado la zaga rival.

A partir de ese momento el duelo entró en letargo hasta que, de repente, volvió a agitarse. Avilés se encontró con el palo tras una excelente jugada individual y, acto seguido, los suyos se quedaron con diez al ver Omeruo la segunda amarilla por una falta al borde del área. La ejecutó Sielva y puso el empate. Minutos de locura a los que siguió de nuevo la calma y el definitivo reparto de puntos.