"O comunismo, o libertad". Es el lema de Isabel Díaz Ayuso para una campaña electoral que considera "decisiva".
Dio la sorpresa en enero de 2019 cuando el líder del PP, Pablo Casado, la nombra candidata a las elecciones autonómicas de ese año en Madrid. No ganó, pero en agosto se convirtió en presidenta de la Comunidad de Madrid con un gobierno en coalición.
Un año y siete meses marcados por la Covid, aunque Ayuso defiende que "la pandemia no ha paralizado Madrid".
Ayuso ha protagonizado permanentes enfrentamientos con el Gobierno central de Pedro Sánchez, al que acusa de "sectarismo" contra Madrid.
Pese a las críticas, ha mantenido abierta la hostelería y el comercio, ha impulsado la construcción del Hospital Isabel Zendal y siempre ha defendido "las medidas quirúrgicas" contra el coronavirus.
Como presidenta ha defendido "la libertad en la educación" y la no subida de impuestos.
Los choques con su socio de gobierno, Ciudadanos, liderado por Ignacio Aguado, han sido constantes, aunque el pasado mes de diciembre Ayuso aseguraba que se volvería "a casar con este gobierno", tres meses después llegó el divorcio y la convocatoria de elecciones.
Entonces se apuntó el mérito de "sacar a Pablo Iglesias de la Moncloa" y se marca un objetivo de cara al 4-M: "gobernar en solitario".