La gran coalición de Bustarviejo, con permiso de Podemos
FRAN SERRATO
El 31 de julio de 2020 ocurrió algo insólito en Bustarviejo. PP y PSOE llegaron a un sorprendente acuerdo de Gobierno para salvar una situación complicada. Unos días antes había dimitido el alcalde, José Manuel Collado, de la Agrupación Vecinal Bustarviejo (AVB), lo que dejaba a este municipio de 2.500 habitantes enclavado en la Sierra Norte de Madrid sumido en la incertidumbre política.
Collado alegó una “profunda fractura” en su gobierno para explicar la espantada. Los populares conseguían así hacerse con un bastón de mando del que habían sido relegados un año antes por un pacto entre tres partidos de izquierdas que sumaban seis ediles, por los cinco del PP, que ganó las elecciones municipales de 2019.
Durante más de dos décadas, la localidad ha sido gobernada por los principales partidos, muchas veces con la muleta de alguna otra formación. Sin embargo, en estas circunstancias, la participación de PP y PSOE se antojaba vital para garantizar la estabilidad política. Un escenario que los vecinos de Bustarviejo consideran improbable que se reproduzca en la Comunidad de Madrid a partir del 4 de mayo, aunque la situación pandémica y de crisis económica, sostienen, lo aconseje.
“Hay que intentar luchar todos juntos, da igual que seas de izquierdas o de derechas. El caso es hacer las cosas bien. Y no se hacen”, indica Juan Miguel mientras su esposa hace algunas compras. Él aún no ha decidido a quién votar. Ni siquiera sabe si acudirá al colegio electoral: “Pienso que se ríen de mi voto. Me tienen como un número”.
Cansado de esa situación, Alejandro optó por votar a Podemos en las autonómicas de 2015, cuando la formación morada se convirtió en la segunda fuerza del municipio, por detrás del PP. “Veíamos que los partidos tradicionales no solucionaban nada y decidimos un cambio radical y votar a los nuevos”, insiste este joven. Repitió cuatro años más tarde. Aunque entonces Podemos consiguió aquí uno de sus mejores resultados porcentuales de toda la región (casi un 14%), se dejó 12 puntos por el camino y se convirtió en la tercera fuerza. Un retroceso que agradeció el PSOE, que acabó con décadas de victorias del PP. “Siempre predominó la derecha, pero ha empezado a venir gente de Madrid y la izquierda ha ido ganando terreno”, dice un joven con mochila que espera para coger el autobús que lleva a la capital. Hora y media de camino.
“De unos años para acá hay mucha gente de Podemos. Vienen a buscarse la vida en trabajos comunitarios y con los huertos”, afirma una mujer que limpia unas escaleras junto a una entidad bancaria a la entrada del pueblo. Ella está preocupada de que la participación se resienta, ya que las elecciones se celebran un martes, día laborable: “Mucha gente trabaja en Madrid y pueden tener complicado votar. A ver cómo lo hacen”. Ella optará por la izquierda. Tiene claro que prefiere al candidato socialista como presidente.
“Gabilondo es un señor muy bien, fue un magnífico rector de la Universidad Autónoma, pero yo no le voy a votar de todas formas”, reconoce Meli. Optará por otra formación de izquierdas. “Voy a ir a votar porque quiero que se produzca un cambio; y no soy de votar”, afirma mientras cubre su boca con una mascarilla morada, de Podemos. “Es un regalo que me ha hecho alguien que hace campaña”, se sincera.
Alejandro trabaja en la hostelería. En el ámbito personal tiene claro que prefiere a Gabilondo como presidente, pero en el laboral apostaría por Isabel Díaz Ayuso, aunque él no es “muy partidario” de la candidata del PP. Optará finalmente por un partido de izquierdas, aunque aún no sabe si volverá a apostar por Podemos. “No le encuentro explicación. Es un partido que aún no ha hecho nada”, le reprende un jubilado mientras espera con su mujer en el cajero. Él lo tiene claro: “No entiendo eso de izquierdas y derechas. Creo en las personas y, hoy en día, creo más en Ayuso que en ese otro candidato socialista”. “La última vez voté a Vox, pero creo que hay que respaldar a la presidenta. Está haciendo muchas cosas por Madrid. Esta vez me decantaré por Ayuso”, explica una mujer que acaba de comprar el pan.
“Aquí el voto está muy disputado entre la izquierda y la derecha”, reconoce un hombre de mediana edad y melena. Tampoco tiene decidida su opción. Se debate entre PSOE y Más Madrid. “Es la primera vez que voy a votar en unas autonómicas y lo haré en la misma dirección que lo hice en las generales. Quiero que Gabilondo sea presidente”, explica otro joven.
Una chica que espera al autobús en la marquesina afirma que va con Ayuso porque le gusta “el camino que lleva y cómo lo hace”. No obstante, cree que Podemos reeditará un buen resultado en Bustarviejo, aunque ella “no les votaría”.