- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
Pablo Iglesias y la búsqueda del cambio prometido
Fue su admirado profesor, Jorge Vestrynge, en 'otra vida' secretario general de la Alianza Popular de Manuel Fraga, quien le definió como "el tribuno de la plebe”, rememorando la figura romana defensora de los no 'patricios' o, como él diría, los que no son de "la casta".
Afronta estas elecciones del 10 de noviembre tras vivir unos meses turbulentos en Podemos (para las generales Unidas Podemos), con un resultado irregular el 28-A que no convenció a Pedro Sánchez para formar un gobierno de coalición, con la resaca de los regulares resultados en las andaluzas de diciembre y quedándose como único representante en el partido del grupo de cinco fundadores tras la marcha de Íñigo Errejón a Más Madrid. Todo un reto como gran cabeza visible, si no lo era ya, de los 'morados'.Pablo Iglesias Turrión nació en Madrid (17 de octubre de 1978), apenas dos meses antes de que se aprobara la vigente Constitución.
Pasó su infancia en Soria, donde su padre, Francisco Javier Iglesias, inspector de trabajo, había sido destinado. Su madre, Maria Luisa Turrión, abogada de CCOO, le había conocido en un acto de homenaje al histórico dirigente socialista, lo que unido a la intensa vinculación familiar a ese partido de dos de sus abuelos, no dejó lugar para la duda a la hora de elegir nombre para el vástago. Recibió el añadido de 'Manuel' en honor de sus abuelos, aunque en 2015 se esmeró en prescindir de él.
Con 13 años, tras la separación de los padres, Iglesias regresa con su madre al madrileño barrio de Vallecas. Es tiempo de cambios y abandona sus lecturas juveniles y se sumerge con pasión en autores como Lenin, Marcuse o Gramsci. Un año después, se afilia a la Unión de Juventudes Comunistas de España. "Con 16 años, me declaré objetor de conciencia, no sin dificultades -recuerda- porque me quise declarar objetor por razones políticas, pero no me lo permitieron".
El laboratorio de Somosaguas
En 1996, el joven Iglesias llega a la Universidad Complutense. Se matricula en Derecho, siguiendo la tradición familiar, estudios que completa en 2001, tras un Erasmus en Bolonia, pero su pasión es la política, licenciatura que completa en 2004, con premio extraordinario. Luego vendría el doctorado, dos máster y cursos en Cambrigde, Suiza y California. Es en esa época cuando coincide con quienes junto a él iban a diseñar un partido, Podemos, que daría la campanada en las elecciones de 2015.
En la Facultad de la Ciencias Políticas y Sociología de Somosaguas conoce a su profesor, Juan Carlos Monedero. Allí obtiene su plaza de profesor interino (2008). Allí traba amistad con otros dos jóvenes profesores: Carolina Bescansa y Luis Alegre y allí se topará con un joven alumno, Iñigo Errejón. De allí surgió un extraño 'think tank', la Promotora de Pensamiento Crítico, fraguada en la amistad de muchas horas de charlas y manifestaciones, con retiros en Valsaín (Segovia) y cafés en 'La Librería' de Lavapiés.
La segunda pasión sobre la que Iglesias ha asentado su éxito es la comunicación, en su doble vertiente catódica y de redes sociales. Más allá de sus estudios teóricos (máster en Humanidades, otro en artes comunicativas y cursos de la escuela de RTVE), Iglesias ha sabido explotar sus indudables capacidades comunicativas para expandir sus ideas y promocionar a sus compañeros, con iniciativas como su productora audiovisual 'CME' (Con mano izquierda, 2010), con la que ha colocado sus programas de marca alternativa: 'Fort Apache' y 'La Tuerka' en televisiones residuales que le aseguraron la plataforma para su salto a las grandes cadenas nacionales a través La Sexta, Cuatro, Intereconomía, 13 TV y el 24 Horas de RTVE.
Un año bastó para su conquista de los platós. Un año, 2011, que coincidió con lo peor de la crisis económica, recortes y algaradas y que desembocaría en el 15-M y el movimiento de los indignados. La acampada de la Puerta del Sol, reproducida en numerosas ciudades españolas e incluso en el extranjero, se convirtió en paradigma de la antiglobalización a nivel internacional: la 'spanish revolution', en vísperas de las elecciones municipales de 2011.
Pablo lo ve claro: la semilla estaba sembrada para su germinación. A sus ocupaciones suma la de asesor político externo para Izquierda Unida en las elecciones generales de 2011, donde conoce a Tania Sánchez, con quien mantendrá una relación sentimental hasta 2015. En 2012, lo hace para la Alternativa Galega de Ezquerda en las autonómicas gallegas.
En 2013, Hispan TV, la televisión en la que realizaba 'Fort Apache' le envía a Venezuela para realizar un reportaje sobre Hugo Chávez. Fue allí donde contactó con TeleSur y donde de mano de su exprofesor Monedero, asesor de Hugo Chávez, entrará en contacto con los gobiernos latinoamericanos de inspiración bolivariana (Venezuela, Bolivia y Ecuador).
Su coleta sustituye al logotipo
En 2014 registra Podemos en el Ministerio del Interior junto a Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa, marca con la que concurrirá como cabeza de lista a las elecciones europeas de ese año. Su imagen con la coleta es ya tan familiar que, en el último momento, su perfil con la coleta sustituye al logotipo del partido en las papeletas electorales. Logra 5 escaños, 1.246.000 votos y se convierte en la cuarta fuerza política en España en esas elecciones.
Pablo Iglesias se convierte en europarlamentario en Bruselas, sin abandonar sus calculados gestos, como cuando en presencia de todos los medios de comunicación regala a Felipe VI, la serie completa de 'Juego de Tronos', durante su visita a la Cámara.
La estancia de Iglesias en Bruselas será corta. 2015 es año electoral con municipales, autonómicas y generales, además de andaluzas y catalanas. Podemos le designa cabeza de lista y candidato a la presidencia del Gobierno y Pablo Iglesias abandona el escaño y su excelente remuneración y regresa para preparar el “asalto al cielo” frente al "bipartidismo corrupto y decadente".
Ante el temor del paso en falso, Podemos decide preservar su marca para las generales, y concurre con "marcas blancas" y coaliciones, debidamente tuteladas, en ciudades y comunidades. El experimento, lejos de restar, multiplica. En otoño, las candidaturas de unidad popular gobiernan solas o con apoyos del PSOE, en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña y Cádiz, entre otras capitales y son tercera fuerza políticas en 10 comunidades autónomas.
El vicepresidente del "gobierno del cambio"
En vísperas de la Navidad de 2015, Pablo Iglesias se mide por primera vez en las urnas a Rajoy, Sánchez y Rivera, en unas elecciones 'frustradas'. El éxito es rotundo: 42 diputados propios, 71 contando con sus confluencias, 16 senadores y más de 6 millones de votos, le convierten por derecho propio en el tercer líder político del país, a punto y medio de convertirse en jefe de la oposición. PP y PSOE se desangran, mientras él se convierte en némesis del partido al que debe su nombre.
El 22 de enero de 2016, acude a la Zarzuela para ser recibido por el rey, con una camisa blanca remangada y pantalón vaquero, lejos de cualquier formalismo tradicional.
Comparece ante la prensa en el Congreso rodeado de los suyos y se autodesigna vicepresidente del "gobierno del cambio", haciéndole los deberes a Pedro Sánchez, reclamando para sus leales las carteras de Economía, Defensa, Interior y Justicia, Asuntos Exteriores y Plurinacionalidad. La aritmética, ya de por si complicada, colapsa. Sánchez no suma y Rajoy pasa, como en el mus, a la espera de mejores cartas.
Las elecciones se repiten el 26 de junio de 2016. Iglesias logra sumar lo que queda de IU y concurre como cabeza de cartel de Unidos-Podemos. Rajoy levanta cabeza, pero poco; Sánchez obtiene el peor resultado de la historia del PSOE e Iglesias, pese a perder un millón de votos, repite resultados: 71 diputados y 19 senadores para los suyos y sus confluencias. ¿Esperaba más? Nunca se sabrá. Lo cierto es que un año después, en junio de 2017, sorprende con una moción de censura contra Rajoy en la que tan solo logra cosechar 11 votos más allá de los suyos.
En menos de 3 años que transcurren entre las dos asambleas de Vistalegre I (octubre de 2014) y II (febrero de 2017), se marcan divisiones internas y conspiraciones irreconciliables. El primer gran cisma surge tras la elecciones de 2015 dando lugar a dos corrientes; pablistas y errejonistas y se lleva por delante a Sergio Pascual. Monedero dimite ese mismo año, al verse enfrentado a su pasado. Luis Alegre da el portazo en el 17. Luego vendría la purga para Bescansa y finalmente el relevo de Errejón por Irene Montero en el Congreso. Montero es ahora su mujer y madre de sus dos hijos mellizos, Leo y Manuel.
De ahí al "Iñigo no es Manuela" pasan otros dos años de tribulaciones personales y batallas. La última, la del chalet de Galapagar, cuya compra en mayo de 2018, por 660.000 euros, descubre algunas contradicciones y pone en jaque su credibilidad.
¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000€ en un ático de lujo? http://t.co/4EhKia0d vía @el_plural
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 20 de agosto de 2012
Una vivienda de 260 metros cuadrados en una parcela de 2.300, cuya compra avala la pareja con un crédito hipotecario de 540.000 euros. No en vano, sus ingresos anuales ascienden a 173.000 euros y sus depósitos, a 138.000. “Nos pasamos de franciscanos en su día y ahora lo estamos pagando”, sentenciaría Errejón.
Paradójicamente, la legislatura marcará un rumbo contradictorio. Pedro Sánchez es nombrado presidente en junio de 2018 tras prosperar, con el apoyo de Podemos y de los nacionalistas, la moción de censura contra Mariano Rajoy. Un apoyo al que Iglesias esperaba 'pasar factura' tras las elecciones del 28 de abril. Pero la falta de entendimiento con Sanchez volvió a salir a la luz, con otra investidura fallida para el segundo al no aceptar las pretensiones de Iglesias de crear un gobierno de coalición. Tras el 10 de noviembre, si las cuentas salen tras las urnas, nuevo intento para que la marca morada llegue al Gobierno.