Desde 28 metros de distancia y con un disparo que alcanzó los 114 kilómetros por hora, Morten Hjulmand marcó para Dinamarca uno de los mejores goles de la Eurocopa.
Su víctima, Inglaterra, sufrió la aparición de un centrocampista exquisito que levantó la mano para reclamar protagonismo en un torneo en el que muchos jugadores, los menos mediáticos antes del pistoletazo inicial, se pondrán de moda cuando se baje el telón.
Sin duda, Hjulmand es un serio candidato formar parte de la subasta estival en la que participarán clubes de nivel para intentar atraer al joven jugador del Sporting Lisboa.
Su valor, en estos momentos, alcanza los 40 millones de euros. Si mantiene el nivel en la Eurocopa, una posible rebaja será una quimera. Los interesados tendrán que aflojarse el bolsillo si quieren hacerse con sus servicios.
El golpeo monumental de Hjulmand dejó varias conclusiones. La primera, que tiene un cañón en su pierna derecha. Y la segunda, que su acción no fue solo un latigazo, porque el golpeo fue de una plasticidad enorme.
La pelota salió despedida de su bota con mucha clase, directa al palo derecho de la portería defendida por Jordan Pickford, incapaz de salvar un remate milimétrico.
Y no es la primera vez que Hjulmand firma un golpeo de ese calibre. La realidad es que no es un centrocampista muy goleador, pero cuando acierta, lo hace bien.
En total, a lo largo de sus seis temporadas como profesional en las filas del Admira Wacker, del Lecce y del Sporting, sólo ha marcado cinco goles. Con Dinamarca, hasta este jueves, no había firmado ninguno.
Pero de los cinco, cuatro los celebró este curso con las camisetas del conjunto portugués, un dato que evidencia una clara explosión de un jugador de sólo 24 años. Y todos sus tantos, a excepción de uno que marcó al Arouca, los marcó con golpeos desde fuera del área.
Para el recuerdo de los aficionados portugueses dejó un golazo impresionante en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de Portugal en las que su equipo eliminó al Benfica.
Desde el borde del área, tras una asistencia lateral de Gyökeres, se sacó de la chistera un lanzamiento que acabó en la escuadra de la portería rival. Fue, sin duda, uno de los mejores goles del torneo.
Ahora, Hjulmand ya tiene una lupa puesta sobre su figura. Y no solo por su acierto ante Inglaterra. Su despliegue sobre el terreno de juego también fue mayúsculo. Se erigió como un gran apoyo para Christian Eriksen en la pelea por gobernar el centro del campo.
No llegó al nivel de datos espectaculares como los que acumula Toni Kroos, pero frente al conjunto británico acertó en 53 de los 63 pases que intentó, un 84,1 por ciento del total. Cifras más que respetables.
Su próximo reto será brillar frente a Serbia en un duelo en el que ambos equipos se jugarán todo su futuro. Dinamarca, con dos empates, y Serbia, con un punto, tienen que ganar para seguir con vida en la Eurocopa.
La figura de Hjolmund puede ser clave para desatascar un encuentro que se adivina duro, espeso y complicado para los hombres dirigidos por Kasper Hjulmand. Pero posiblemente, el medio del Sporting Lisboa tenga la llave para dar los tres puntos a sus compañeros: uno de sus plásticos cañonazos, puede ser suficiente.