Dani Olmo y Luis de la Fuente | EFE
(Actualizado

Pedri volvió a ganar la partida en el once para un partido histórico. Pero el destino tenía otro plan y quiso que fuera Dani Olmo el protagonista.

Un jugador que tuvo que ingresar en el terreno de juego con el peso de saber que lo hacía por lesión de un compañero, pero con la valentía y el hambre de quien se sabe preparado para un partido de dimensiones gigantes. Se puso la 10. Y fue un 10.

2-1. España, a semifinales tras una agónica victoria ante Alemania

Su partido fue perfecto, así de sencillo. Y robarle el protagonismo a Mikel Merino, autor del gol decisivo con cabezazo para la historia, tiene mucho mérito. Primero lo bordó como mediapunta marcando el gol, después como extremo asistiendo a su coprotagonista.

Un MVP merecido que pondrá en su vitrina como uno de los jugadores más importantes de ese bloque de Luis de la Fuente que alcanzó la sexta semifinal española de la historia en las Eurocopas. Con sufrimiento, pero con entereza, siguiendo la estela que marcó un Dani Olmo superlativo que destrozó varios registros.

Dani Olmo: "Qué equipazo tenemos, cómo hemos luchado hasta el final"

Porque Olmo es ya el jugador español en ha participado en más goles en eliminatorias de Eurocopa, con dos dianas y cuatro asistencias. Igualó también a Cesc como el jugador español que marca más goles entrando desde del banquillo, con dos tantos; y se convirtió en el máximo asistente de la historia de la Eurocopa en fase eliminatoria.

Es, además, la primera vez que en España un jugador da una asistencia en una prórrorga después de marcar en tiempo reglamentario. Un gol, por cierto, que le define a la perfección. Interpretó el espacio como pocos, acompañó la jugada discretamente desde segunda línea y llegó indetectable a la frontal del área y golpear con el alma para superar a Neuer.

Merino: "Es un premio a la constancia y al trabajo"

También tuvo la fortuna de contar con Lamine Yamal como asistente, que le esperó con la clarividencia de quien lleva jugando élite más de 10 años, volviendo a disfrazarse de veterano pese a sus 16 años.

Su partido en números rozó lo divino, lo de un jugador de élite absoluta: 1 gol, 1 asistencia, 4 regates de 5 intentados, 3 pases clave, 32 pases completados de 42 intentados y provocó 4 faltas. Poco más se puede pedir para un jugador de 26 años que salió sin apenas calentar.

Pedri, lesionado en la rodilla por una dura entrada de Kroos

Pero es que su trascendencia en el partido fue mucha más allá de los números. Porque cuando más quemaba la pelota, cuando más apretaba el público alemán en Sttutgart, cuando Alemania se sentía superior en la prórroga y acariciaba el gol, se echó el equipo a la espalda para darle un respiro.

Afincado en el costado zurdo del ataque español, se midió a Kimmich, al que superó con virtuosismo en varias ocasiones para rebajar los extradisparados humos de los alemanes. Una y otra vez. Rodri el buscaba, se convirtió en el jugador clave para dar un respiro porque aguantaba la posesión.

Mikel Merino silencia la Puerta de Brandenburgo

Culminó su obra maestra con una pincelada en forma de centro directamente a la cabeza de Merino. Un balón con la rosca perfecta, la potencia justa y el tempo necesario para que Mikel lo hiciera bueno con un remate de esos de '9' antiguo.

En el minuto 51 abrió las puertas de las semifinales, y en el minuto 119, cuando aparecen los grandes, permitió a España alargar su sueño. Apagó a la anfitriona con brillo propio. Quizá inesperado para Nagelsmann al ser el 'plan b' de Luis de la Fuente, pero totalmente comprensible para el español, consciente de que tiene oro en Dani Olmo.