España apaga a las estrellas galas... Ni Mbappé ni Dembelé ni Rabiot

La selección de Francia, doblegada este martes por España en las semifinales de la Eurocopa 2024, terminó con una racha de nueve partidos invicta en las fases finales de la competición continental, desde la final perdida en 2016 contra Portugal hasta ahora, aunque tan solo había ganado tres de esos choques en el marcador.

Desde aquella derrota en la prórroga contra el conjunto luso en el estadio Saint Denis de París, con el gol de Éder en la prórroga, Francia había sumado, a lo largo de las últimas ediciones, seis empates (0-0 con Países Bajos y Portugal y 1-1 con Polonia en esta edición y 1-1 con Hungría, 2-2 con Portugal y 3-3 con Suiza en la anterior) y tres triunfos: 1-0 a Bélgica en los octavos de final de esta Eurocopa, 0-1 a Austria en la primera fase y 1-0 Alemania en 2021.

A la vez, Francia tan solo había perdido en uno de sus 16 encuentros más recientes de la Eurocopa, el citado 0-1 con Portugal, y en uno de sus 23 últimos duelos si se tiene en cuenta también las fases finales de los Mundiales en los primeros 90 minutos o la prórroga, porque en los penaltis sí había caído ante Argentina en 2022 y ante Suiza en 2021.

El combinado francés no funcionó contra España ni colectiva ni individualmente, en el suspenso casi general que alcanzó a Kylian Mbappé, sin máscara, pero inconstante, más allá de su centro en el 0-1 de Randal Kolo Muani, entre la desaparición posterior, casi sin ocasiones.

Mbappé se quedó en una asistencia de gol en el 0-1 y en poco más el líder de Francia, reducido algún regate trompicado y un tiro a las manos de Unai Simón en el resto del partido.

Por debajo de su nivel, como en toda la Eurocopa. Decepcionó por todas sus tremendas cualidades. Su último fallo fue el enésimo ejemplo de su triste torneo.

Tampoco brillaron ni Dembélé ni Griezman, suplente diez años después en dos encuentros de una fase final como el reflejo de su gris momento con Francia. Deschamps recurrió a él en el minuto 62 sin cambios para su selección: sólo remató de cabeza alto. No dio un centro peligroso.

Camavinga regresó al banquillo de inicio pero entró a la hora del duelo por el centrocampista del Juventus, entre las necesidades de Francia, con un 2-1 en contra. Muy presente en el juego, preciso, bien, dio otro aire al medio campo de Francia.

Elogiado por su momento, pendiente de la anticipación ante Nico Williams, Koundé se marcó el 2-1 en propia puerta.

Upamecano se sostuvo atrás, sin alardes, pero sin complicaciones. En el segundo tiempo, ya en tareas ofensivas, falló un remate claro para el 2-2 en un centro al área al segundo palo.

Consolidado como medio centro en los anteriores duelos e indispensable para Deschamps, Tchouaméni quedó en evidencia en el segundo gol de España.