En pleno crecimiento, remontada a remontada, aislado del ruido y la presión que lo atenazó al principio del torneo, el primer tiempo de Inglaterra contra Países Bajos reconfortó al conjunto de Gareth Southgate en la misma medida que advierte a España para la final de la Eurocopa 2024 de este domingo en el estadio Olímpico de Berlín, dentro de una evolución que ha relanzado al conjunto británico.
"Inglaterra jugó muy bien en la primera parte, después del 0-1. España juega más ofensiva, con gran fútbol, salida desde atrás, gran posesión de balón y deberá parar eso.
Pero Inglaterra está en la final y tienen también posibilidades de ganarla. España está jugando a un alto nivel pero Inglaterra puede contrarrestarlo", avisó Ronald Koeman, después de la derrota a última hora con el gol de Ollie Watkins, cuando Inglaterra peor se sentía.
Inglaterra manejó el 60% de la posesión, atacó 45 veces por las 29 de la selección neerlandesa -un equipo ofensivo-, dio 598 pases y propuso nueve remates, cuatro de ellos entre los tres palos, para dos goles, aunque en la primera parte dispuso de ocasiones más que suficientes para más, cuando de verdad jugó para ganar, cuando conectaron por primera vez realmente en esta Eurocopa Bukayo Saka, Phil Foden y Harry Kane, con Jude Bellingham de forma más esporádica. Fue el mejor momento de la Eurocopa del equipo.
"Estoy muy satisfecho con nuestro juego. Imagino que hacía mucho tiempo que un equipo inglés no tenía el 60 por ciento de la posesión del balón, además contra Países Bajos", expuso el técnico, que también remarcó el "carácter" para sobreponerse al 1-0 anotado por Xavi Simons. "No merecíamos ir por detrás en el marcador", abundó.
"Empezamos muy bien el partido. Nuestro rendimiento con el balón fue realmente bueno. Causamos muchos problemas a nuestro rival. Fue un partido muy complicado. Ellos cambiaban continuamente su forma de construir el juego y nosotros teníamos que cambiar continuamente nuestra forma de defender", expresó Southgate, que abrió espacios con las incursiones de Saka, la libertad de movimientos de Foden y la constancia de Harry Kane.
Vive el equipo de Southgate, finalista por segunda edición consecutiva del campeonato continental, entre el conformismo, la contemplación y la precaución con la que siente cada instante cuando empata o gana en el marcador frente a la ambición, la liberación y el fútbol que sí demuestra cuando va por detrás en el marcador, cuando ya no le queda otra que atacar, combinar, ser vertical, ir más hacia adelante, por instinto y necesidad.
Herida, Inglaterra es mucho más peligrosa. Lo ha demostrado en cada confrontación que se ha visto en desventaja en este torneo, cuando se ha sentido casi fuera o incluso fuera.
No jugó bien contra Serbia, por delante desde el principio, con el testarazo de Jude Bellingham; ni contra Dinamarca, que la apretó hasta el final (1-1), pero a la que también se adelantó en el marcador; ni contra Eslovenia, con la que se conformó con un empate a cero.
Contra Eslovaquia estuvo contra las cuerdas, en la agonía de la eliminación, pero cuando marcó Jude Bellingham el empate de chilena en el minuto 95 ya había iniciado tiempo antes su equipo una ofensiva que quizá lo hacía acreedor del empate.
Después, a los 50 segundos de la prórroga, Harry Kane conectó el cabezazo ganador con el que siguió adelante, tras haberse visto ante el fracaso.
Contra Suiza fue más de lo mismo. En la nada todo el encuentro, el 0-1 en contra de Breel Embolo en el minuto 75 la desató de repente, mucho más profunda, mucho más incisiva y goleadora en el 80 por el zurdazo desde fuera del área de Bukayo Saka al que no alcanzó Yann Sommer.
Después, la prórroga, más de lo mismo en cuanto a precauciones. Y luego los penaltis, de los que salió ganador, porque transformó sus cinco lanzamientos."Ha habido un cambio definitivo. A veces miras hacia atrás y ves que una de nuestras fortalezas en los últimos siete u ocho años ha sido tener menos temores. Al principio de este torneo, las expectativas pesaban y el ruido externo era más fuerte que nunca", recordó el propio entrenador en la víspera del duelo contra Países Bajos.
"Pero los jugadores se concentraron en los resultados y encontraron la manera de ganar. Creo que eso cambió cuando llegamos a la fase eliminatoria y, desde luego, en cuartos de final. El grupo ha cambiado"
"Ahora estamos en el momento de qué es posible, no de qué puede salir mal. Los jugadores han respondido de forma brillante. Y se han estrechado lazos", expuso sobre la evolución de su selección, aún invicta: tres victorias y tres empates.
"Hemos tenido mucha suerte. Los jugadores se tomaron un par de cervezas antes del último partido y ahí estrechas lazos, pero cuando tienes que golpear el balón fuera de tu área en el minuto 92 o marcar un gol en el minuto 100 no hay nada más fuerte que eso para construir el espíritu de un equipo", expresó Southgate, remontada a remontada, hasta la final, con tres goles ya más allá del minuto 90. Unida. Y convencida.