Sólo dos jugadores de campo de la selección de los Países Bajos lo han jugado absolutamente todo en la Eurocopa: Virgil van Dijk y Stefan de Vrij, los centrales insustituibles para Ronald Koeman, que no ha dado ni un minuto de descanso a dos nombres que han crecido durante el torneo para sostener a un equipo superviviente a base de arranques de orgullo con los que se ha ganado unas semifinales frente a Inglaterra.
El portero Bart Verbruggen, una de las buenas noticias del combinado neerlandés, es el tercer futbolista de la plantilla de Países Bajos que también ha jugado todos los minutos.
En total, 450. Los 90 de cada uno de los cinco encuentros, desde la fase de grupos hasta los cuartos pasando por los octavos de final. Koeman no les ha dado descanso jamás.
Los tres son los cimientos de una selección que aspira a jugar su primera final de la Eurocopa desde 1988, cuando ganó el título, también en Alemania.
Pero la pareja de centrales se ha hecho fuerte e indiscutible. Ambos ya expertos, con 32 años De Vrij y con 33 desde este lunes Van Dijk (es su cumpleaños), se complementan a la perfección y tendrán la misión de sujetar a Kane por el centro y de hacer buenas coberturas a los desequilibrantes Bukayo Saka, Phil Foden y, cuando entre en el campo, Cole Palmer, si es que Gareth Southgate no cambia de opinión y le da la titularidad que muchos piden a gritos.
Van Dijk se acerca a su mejor nivel en algunos rangos
De los dos, el verdadero jefe es Van Dijk, que parece estar cerca de su mejor nivel, aquel que le condujo a ganar la Liga de Campeones con el Liverpool en el curso 2018/19 y a acariciar el Balón de Oro que le arrebató Lionel Messi por sólo siete puntos de diferencia.
Después, una rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda le apartó de los terrenos de juego 304 días desde octubre de 2020. Ya nunca volvió a ser el mismo, pero poco a poco, curso a curso, ha ido acercándose a su antigua plenitud para rendir a buen nivel en la Eurocopa.
En estos momentos, los datos que arrojan sus partidos en el campeonato, delatan que Van Dijk es un jugador muy importante para su selección. Por ejemplo, es el defensa que más duelos aéreos ha disputado empatado con los daneses Jannik Vestergaard y Joachim Andersen.
Los tres acumulan 26, pero Van Dijk es el que más ha ganado de toda la Eurocopa: 19. También es el cuarto zaguero con más despejes del torneo, hasta 21, aunque en otras estadísticas flaquea si se comparan con las que firmó en su mejor temporada.
Está muy lejos de ser el defensa con más pases largos buenos por partido (2,21 por cada 90 minutos, mientras que en la campaña 2018/19 promedió 3,56).
Además, si se compara la última temporada en el Liverpool con la 2018/19, el antiguo Van Dijk fue mejor que el actual en algunos números: hace seis años ganó un 76,14 por ciento de sus duelos defensivos por un 72,62 actuales; ganó más duelos aéreos (6,34 por partido por 4,95); y recuperó más balones (14,08 por 12,11).
Por contra, ha mejorado mucho en el porcentaje de duelos aéreos ganados (75 en 2023/24 por 63,58 en 2018/19), ha bloqueado más balones (0,63 por 0,42) y ha disparado más a portería (0,78 por 0,68).
El caso es que Van Dijk ha podido superar aquella lesión grave y, aunque no es el mismo físicamente, es un líder total, sobre todo en los Países Bajos. Y ha encontrado en De Vrij a su complemento perfecto.
El central del Inter es otro jugador robusto, con carácter y que además ha vivido su momento de gloria en la Eurocopa después de marcar con un tremendo cabezazo el gol del empate ante Turquía en cuartos de final y que inició el camino de la remontada para su equipo.
De Ligt recurre a un psicólogo
La buena compenetración entre ambos ha tenido un damnificado: Matthijs de Ligt. El central del Bayern Múnich es, junto a Ian Maatsen, Ryan Gravenberch y Brian Brobbey, uno de los cuatro jugadores de campo de Países Bajos que aún no ha debutado en la Eurocopa. Vive eclipsado por la pareja Van Dijk-De Vrij e incluso ha necesitado la ayuda de un psicólogo.
"Estos momentos pueden ser difíciles y al hablarlo las cosas se hacen más ligeras y puedes guardar la energía para jugar en vez de malgastarla con esos pensamientos", confesó a la prensa después de repetir en el banquillo tras el segundo partido de la fase de grupos.
Después, lanzó una profecía que no se ha cumplido: "Uno está también contento de las victorias (en ese momento Países Bajos sumaba una ante Polonia y un empate frente a Francia). Pero al ser suplente, se está un poco menos que si hubiera participado. Tengo la sensación de que algo va a pasar en este torneo que me permitirá ser aún importante. Hay que prepararse para eso".
La realidad es que tres partidos después, De Ligt no ha sido importante. Tiene, como mínimo, una oportunidad más en las semifinales frente a Inglaterra. Pero, por el momento, eso es una quimera porque Ronald Koeman no piensa ni por asomo quitar a alguno de sus dos centrales.
Y es que, Van Dijk y De Vrij, que lo juegan todo, forman parte de la muralla insustituible del técnico de los Países Bajos.