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¿Dónde comer los platos más típicos de Madrid? Estos son los restaurantes centenarios que conquistarán tu paladar
- Del cocido en 'tres vuelcos' a las croquetas o el pincho de tortilla: Los célebres restaurantes centenarios donde comer 7 de las especialidades culinarias de la gastronomía madrileña
Callos, cocido, cochinillo... son muchos los platos estrella de la gastronomía madrileña pero ¿Cómo encontrar el lugar perfecto para degustarlos? Hoy traemos la respuesta: los restaurantes centenarios de la región, porque ¿qué mejor que un lugar referente de la cocina tradicional madrileña para probar sus especialidades?
De platos más elaborados como el rabo de toro a delicias más simples como el cochinillo asado, basadas en la calidad del producto, estos son los restaurantes con larga trayectoria y tradición familiar donde disfrutar de los platos más típicos de la región.
Gallina en pepitoria: Casa Ciriaco
Callos, cocido, bravas, gildas... este restaurante situado en la calle Mayor ofrece numerosos platos de la cocina tradicional de la región, pero si hablamos de su plato estrella es indudablemente la gallina en pepitoria, un guiso clásico del recetario madrileño.
Con más de un siglo de trayectoria, esta casa de comidas ha sido parte de la historia de Madrid desde finales del siglo XIX, cuando aún llevaba el nombre de Casa Baliñas. A lo largo de su existencia, ha presenciado numerosos acontecimientos históricos y ha tenido varios propietarios.
Por su comedor han pasado personajes ilustres como el escritor Valle-Inclán o la mismísima familia real española, y es que Casa Ciriaco atesora la esencia de la taberna clásica madrileña como templo de la tertulia ilustrada y fiel representante de la gastronomía más castiza. A su vez, ha sido testigo de la historia, como la tragedia que ocurrió el día de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenmberg, en mayo de 1906.
La tradición "del buen comer" y las recetas heredadas generación tras generación hacen de Casa Ciriaco un lugar de visita obligatoria, no solo reconocido entre los madrileños, ya que cuenta, entre otros galardones con el Premio al plato Castizo en 2021.
Cocido madrileño: Lhardy y Malacatín
No se puede hablar de gastronomía madrileña sin mencionar el plato castizo por excelencia: el cocido. Este plato servido 'en tres vuelcos' se dice que se remonta al siglo XVII, conquistando los estómagos de los madrileños desde hace siglos.
¿Y dónde degustar este emblemático plato? Existen innumerables opciones para probar el cocido, desde tabernas a restaurantes más modernos, pero sin duda estas son tres opciones en las que disfrutar de una deliciosa receta de cocido tradicional.
Lhardy, abierto desde 1839, se inauguró cuando todavía toreaba Cuchares, había aguadores por las calles y la zarzuela estaba en sus primeros años... y es que como ellos dicen "la historia de Lhardy es la historia de Madrid".
Atravesar sus puertas te transportará al Madrid de antaño, habiendo conservado el ambiente cortesano y aristocrático del Madrid del siglo XX. El recetario no podía ser menos, cocinando por décadas los platos más míticos de la región y siendo grandes especialistas en cocido madrileño.
También hay que destacar a otra taberna castiza que tiene al cocido como especialidad: Malacatín. Fundada a finales del siglo XIX, sigue regentada por la cuarta generación de la misma familia que la inauguró.
El cocido madrileño, con sus 120 años de historia, es el plato estrella del lugar. José Alberto, el actual propietario, ha heredado la tradición gastronómica y sigue preparando en sus cocinas los clásicos de la cocina madrileña.
Croquetas - Casa Labra y La Casa del Abuelo
Las croquetas son uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía madrileña y, en general, de la cocina española. Aunque su origen se remonta a Francia como comida de aprovechamiento, en Madrid, como en otras regiones del país, han adquirido un carácter propio considerándose un manjar clásico disponible en casi todos los bares y tabernas.
Además, son un plato tradicional en los restaurantes centenarios y tabernas históricas de la ciudad, donde forman parte esencial del recetario clásico, preservando tanto la tradición de aprovechamiento como el arte del buen hacer en la cocina madrileña.
Y hablando de este manjar, tenemos que mencionar las croquetas de bacalao de Casa Labra. Testigo de la fundación clandestina del PSOE de la mano de Pablo Iglesias en 1879, esta taberna histórica lleva sirviendo tapas y raciones desde 1860, más de 160 años. En cuanto a su especialidad, el bacalao y las croquetas son sus platos estrella desde el siglo XIX.
Casa Labra es una taberna centenaria en la que, de generación en generación, ofrecen "algo muy suyo y de todos los madrileños", en un ambiente que ha permanecido "casi inalterable" desde su apertura. Defienden haberse acercado a la cocina más actual, pero sin olvidar las recetas más clásicas.
Manteniendo la estética del Madrid castizo, La Casa del Abuelo es otra de las tabernas más emblemáticas de la ciudad. Con platos de la gastronomía típica madrileña, destaca su gran oferta de croquetas junto al clásico bocadillo de calamares y, por supuesto, sus célebres gambas al ajillo.
Este establecimiento es conocido por ser uno de los mejores lugares para tapear en el centro de la capital, con una trayectoria de casi 120 años, se rumorea que Andy Warhol, artista por excelencia del arte pop, visitaba la barra de este local con un chato de vino en mano.
Callos a la madrileña - Malacatín y Lhardy
Otro imprescindible del recetario de la región son, sin lugar a duda, los callos a la madrileña. Este sabroso guiso, acompañado de pan para mojar, está asociado a la cocina invernal, pero ya lo quieras disfrutar en verano o en otoño, aquí te decimos los lugares donde comerlo.
Repetimos restaurantes pero es que si por algo se caracterizan Malacatín y Lhardy es por su cocina llena de tradición. Ubicada a pocos metros de la Plaza de Cascorro, en La Latina, encontramos la taberna de Malacatín, un lugar que, a pesar de su evolución con los años, ha mantenido su esencia. A lo largo de los años, desde cuando servía chatos de vino a pie de calle en los 60, este local ha mantenido su trato cercano y familiar, llegando a recibir a todo tipo de personalidades.
En Lhardy, en la carrera de San Jerónimo, muy cerca de la Puerta del Sol, podrás redescubrir platos tan nuestros como el ya mencionado cocido o los callos. Fundado en 1839 por el francés Emilio Huguenin, ofrece una propuesta del típico plato madrileño con un toque de sofisticación utilizando morcillo de ternera blanca e introduciendo ingredientes como la salchicha trufada o la morcilla de estilo francés.
Otros lugares donde también podrás disfrutar este emblemático plato son Casa Ciriaco o el Café Gijón, regentado por la familia Escamilla y con 135 años de historia, habiendo siendo lugar de encuentro de personajes ilustres desde Ramon y Cajal, Valle-Inclán o Julio Romero de Torres.
Cochinillo asado - Casa Botín y Casa Pedro
Esta receta originaria de Segovia se ha convertido en una de las especialidades que Madrid incluye en su oferta gastronómica. Y es que ya son muchos los restaurantes que elaboran este aparentemente sencillo y delicioso plato.
Fundada en 1725, Casa Botín es reconocida por el Libro Guinness de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo y es un referente indiscutible de la cocina tradicional en Madrid. Además de su historia centenaria, una de sus especialidades más destacadas es el cochinillo asado, preparado de manera tradicional en hornos de leña, siguiendo la receta original que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Cocinado en un horno que cuenta con siglos de antigüedad (en funcionamiento desde sus comienzos), el cochinillo es un símbolo de la excelencia culinaria de Casa Botín y un manjar imperdible para quienes buscan experimentar lo mejor de la gastronomía madrileña.
También merece una mención Casa Pedro. Aunque sin el aval del Guinness, defienden llevar abiertos con calidad y tradición por bandera desde 1702. Ubicado en un edificio de arquitectura rústica del norte de la capital, este emblemático restaurante centenario ofrece una experiencia gastronómica y cultural donde se une sabor e historia con especialidad gastronómica en los asados.
Tortilla de patatas - La Bodega de la Ardosa
La tortilla de patatas es uno de los platos más icónicos de la gastronomía de toda España, y Madrid no es la excepción. En la capital, este plato ocupa un lugar destacado en la cocina tradicional y se encuentra en casi cualquier bar o restaurante, desde las tabernas más antiguas hasta los locales más modernos.
La tortilla de patata madrileña refleja la simplicidad y el sabor casero que caracteriza a buena parte de la cocina de la ciudad, habiéndose convertido en un símbolo del tapeo madrileño y una parte esencial de su rica oferta gastronómica.
El restaurante centenario por excelencia para disfrutar de la tortilla de patata es La Bodega de la Ardosa. Fundada en 1892, esta taberna mítica de Malasaña es un fiel reflejo de la historia del barrio, adornada con fotografías que narran su pasado. Aunque sirven una amplia oferta de tapas, su plato estrella es la tortilla de patatas.
Según la leyenda cuando don Francisco de Goya publicó sus grabados de 'Los caprichos', un anuncio apareció en el Diario de Madrid el 6 de febrero de 1799, informando que las estampas estaban a la venta en un local "a solo dos manzanas de la taberna La Ardosa".
Con 200 años de historia, ha sido reconocida por los maestros cerveceros checos, así, cuenta con el grifo de Guinness más antiguo y está reconocida como la mejor cervecería de estilo Pilsen del país.
Rabo de toro - Casa Alberto
Algunos lo cocinan de la manera más tradicional, empleando auténtico rabo de toro, mientras que otros optan por utilizar rabo de vaca en sus recetas. Pero sea como sea, en forma de estofado o en versiones más innovadoras, el rabo de toro sigue siendo uno de los platos con más solera del recetario tradicional.
En el mismo edificio donde vivió Miguel de Cervantes, se ubica Casa Alberto. Fundada en 1827, esta tradicional taberna conserva todas sus recetas clásicas como los callos, el bacalao a la madrileña, las albóndigas de ternera o sus míticas manitas de cordero y albóndigas de ternera. Otro de sus platos estrella es el rabo de toro. Además podemos disfrutar de su famoso vermú casero.
Con un sol Repsol y casi 200 años de historia, el sabor de sus platos típicos fue convirtiendo este rincón en uno de los sitos favoritos de los madrileños, tratándose de un local histórico que ha mantenido vivo el legado de la tradición culinaria española.
Los Galayos también es un lugar genial para probar esta delicia, esta vez sí, en su versión más tradicional. Y es que en este restaurante con 120 años de historia, el rabo de toro es una de las recetas de corte clásico más míticas.