Madrid y sus bodegas visitables, referencia del enoturismo

La Comunidad de Madrid cuenta con su propia Denominación de Origen (DO Vinos de Madrid), que en los últimos años se está posicionando como un destino enoturístico.

Según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, en la Comunidad hay 12.000 hectáreas dedicadas al cultivo de uva de vino, 8.850 dentro de la D.O., un 78% de la superficie vitivinícola de la región. En definitiva, casi 3.000 viticultores en Madrid. Familias que siguen la tradición agraria a pesar de la presión urbanística cada vez mayor, como reconoce la propia D.O.

La DO Vinos de Madrid está dividida en cuatro subzonas: Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y la más reciente de El Molar. Y cada vez un mayor número de bodegas realizan actividades que ofrecen interesantes experiencias que aúnan visitas a sus viñedos, a las bodegas con la posibilidad de catar sus vinos.

Las variedades preferentes para la elaboración de vinos de Madrid son Albillo Real, Malvar, Garnacha tinta y Tempranillo. No obstante, muchos productores han incorporado desde hace tiempo otras como la Cabernet, la Syrah, la Malvar o la Airén.

Se puede hablar, por tanto, de un Turismo del Vino en la Comunidad de Madrid, en torno a sus bodegas. Pero además, las rutas enoturísticas permiten acercarse al valor paisajístico y adquirir otros productos del campo madrileño in situ.

Además de las visitas a las bodegas, en la Comunidad de Madrid se realizan diversas ferias del vino, consolidadas en la región en municipios con tradición vitícola. Este es el caso de Cadalvín, en Cadalso de los Vidrios; la Feria del Vino de Colmenar de Oreja, la Feria de la Huerta y Vino de Villa del Prado o la Fiesta del Vino de Cenicientos.

EL BUEN VINO MADRILEÑO

Partamos de un hecho ya constatado. En Madrid se hacen buenos vinos. Lo dicen los paneles de cata, las guías, los reconocimientos, premios y medallas internacionales y ese 30% de ventas en el exterior tanto en el entorno europeo como en América o Asia.

Ver cada vez más referencias madrileñas en las cartas de los restaurantes tanto de la región como de otras comunidades es, posiblemente, el mejor reflejo de que los vinos de Madrid tienen ya su hueco entre riojas, riberas, somontanos o los caldos manchegos por citar algunos.

Precisamente, el pasado 16 de septiembre la Comunidad de Madrid y la Asociación Hostelería Madrid, organizaron una jornada en la subzona de San Martín de Valdeiglesias para que los vinos madrileños tengan cada vez más presencia en las cartas de los bares y restaurantes de la región.

El nuevo presidente del Consejo Regulador de la DO Vinos de Madrid, Francisco José García Paredes, y el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, apostaron por acercar la viticultura ecológica a los negocios hosteleros para incrementar este tipo de vinos en las cartas de sus establecimientos.