Navalcarnero, un lugar para viajar en el tiempo… y disfrutar el presente
Un sitio perfecto para perderte y olvidar por un rato el estrés y las prisas y disfrutar con calma de su gastronomía, su cultura, su patrimonio y su entorno
REDACCIÓN
Once municipios de la Comunidad de Madrid ostentan el título de ‘Villa’. Uno de ellos es, además, dos veces ‘Villa’.
Navalcarnero obtuvo tal privilegio por primera vez en 1627 cuando se independizó de Segovia. Y volvió a obtenerlo, pocos años después, en 1651, cuando Felipe IV quiso agradecer al municipio su hospitalidad por ser escenario de su Real Casamiento con su sobrina, la archiduquesa Mariana de Austria. Así se convirtió en ”La Villa de Villa Real de Navalcarnero”.
El pueblo no merecía menos por una boda tan sonada, de la que aún se guarda memoria. Sobre todo en la llamada ‘Cueva del Beso’, que forma parte del restaurante ‘Hostería de las Monjas’.
El Beso de Felipe IV
Cuenta la leyenda que, tras los esponsales, el real matrimonio fue invitado a degustar los buenos jamones, quesos y vino que guardaban los jesuitas de la localidad en la Cueva del Seminario. Con la alegría de la boda y la euforia provocada por el buen comer y beber, al rey le entró el sofoco, cogió a su flamante esposa en brazos y le dio un beso tan apasionado que escandalizó sobremanera a todos los presentes, que, entre monjes, autoridades y cortesanos, eran muchos. El lugar se quedó ya para siempre con el sobrenombre de ‘Cueva del Beso’ y hoy se puede visitar en el restaurante.
Navalcarnero obtuvo el doble título de ‘Villa’ cuando apenas había transcurrido siglo y medio de su nacimiento, evento que tuvo lugar el miércoles 10 de octubre de 1499, día en que Hernán Pérez, representante del concejo de Segovia, constituyó el primer Ayuntamiento junto con seis vecinos de Perales de Milla. Los primeros navalcarnereños.
El naciente municipio recibió el nombre de Nava del Carnero (Nava hace referencia a ‘tierra llana entre montañas’) por su vinculación al pastoreo de ovejas y carneros.
Tierra de vinos
Actualmente, con más de 28.000 habitantes, y a poco menos de 30 km. de la capital, Navalcarnero es un lugar privilegiado dentro de la Comunidad de Madrid. Su historia, su patrimonio, su paisaje, hacen del municipio un lugar perfecto para una escapada de fin de semana, pasar unas buenas vacaciones o, simplemente dar un paseo por sus calles y disfrutar de su gastronomía. Y de sus vinos
Navalcarnero es una parada importante en las rutas madrileñas de enoturismo. Sus vinos gozan de un merecido prestigio y reconocimiento internacional y son inmejorables embajadores de la excelencia de los caldos madrileños.
El municipio da nombre a una de las cuatro subzonas (la suroeste) en que se organiza la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Esta subzona recoge los 19 municipios del área central sur de la región y ampara cuatro bodegas.
Y nada mejor para acompañar el vino que una buena degustación de los platos típicos de la localidad, como la ‘olla del segador’, en alguno de sus múltiples establecimientos hosteleros, alguno de los cuales todavía conserva y permite el acceso a las cuevas típicas del municipio.
Si quieres conocer desde dentro una bodega, en Navalcarnero puedes visitar las Bodegas Muñoz Martín que ofrece visitas a su cueva y cata de sus vinos.
Mucho que ver y mucho que contar
Navalcarnero tiene mucho que ver y mucho que contar. Fue, desde sus orígenes, un pueblo muy vinculado a la tierra y un pueblo muy luchador que se empeñó en buscar la emancipación de Segovia casi desde el mismo momento de su nacimiento. Muy caros le salieron los intentos al joven municipio que cuatro veces fue arrasado. Y cuatro veces volvió a levantarse.
Hoy en día forma parte del programa ‘Villas de Madrid’ que engloba a esas once localidades de la región que a lo largo de su historia obtuvieron el privilegio de villazgo. Once localidades de Madrid que hay que visitar, de vez en cuando, para disfrutar de la riqueza de su patrimonio, sus paisajes y su historia.
Además de peleón, Navalcarnero es un municipio leal que, a pesar de los pleitos, acudió presto al llamado de Segovia durante la Guerra de las Comunidades. Fue Navalcarnero quien dio el aviso a Extremadura del alzamiento contra los franceses en 1808, y eso permitió a esta región prepararse a tiempo para la lucha.
Las plazas de Navalcarnero
Navalcarnero tiene un rico patrimonio que incluye importantes monumentos y reflejan su carácter de cruce de caminos y parada de comerciantes. Su casco histórico conserva la típica estructura castellana con sus casas de labranza y solariegas.
El Centro de Interpretación es un buen lugar para iniciar una visita al municipio. Está ubicado en una casa de labranza rehabilitada que mantiene la estructura tradicional, con bodega, patio y cuadra. Allí puedes aprender más sobre el municipio e iniciar un recorrido por su historia. Un recorrido que, necesariamente, pasa por sus plazas.
Las plazas de Navalcarnero merecen mención aparte y un buen paseo. La de Segovia es el centro neurálgico del municipio, en ella confluyen las calles más populosas y en su entorno se localizan los principales comercios, bares y restaurantes. Es de planta irregular y está porticada en tres de sus cuatro lados. Sus balconadas y sus columnas son fieles al modelo tradicional de plaza castellana. Los edificios que la rodean se levantaron en el siglo XVI; entre ellos destaca la Casa del Concejo o el Ayuntamiento.
El conjunto formado por la Plaza de Segovia y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue declarado Monumento Histórico Artístico y, más tarde, Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico. La construcción de la iglesia comenzó en la primera mitad del siglo XVI y posteriormente ha sufrido diferentes reformas y ampliaciones. Es de estilo renacentista y está rematada por una torre de estilo mudéjar con capitel barroco.
Otra plaza que hay que visitar es la del Teatro, que debe su nombre al Teatro Municipal. Se construyó a principios del siglo XX y es emblemática su fachada en ladrillo visto. Durante todo el año pasan por sus tablas espectáculos de teatro, cine, música, danza y otras actividades culturales.
La Plazuela del Mercado está rodeada de bares y comercios. En ella encontramos el Mercado Municipal y la Casa de la Lonja, de estilo solariego y con un bello patio interior. Conserva la fachada original con el escudo de hidalgo y balcones con herrajes del siglo XIX.
En la Plaza de San José se encuentra el monumento al Labrador y una reproducción, realizada en 2008, de la Iglesia de San José del siglo XVI, que se levantó en el lugar donde estuvo el Humilladero de la Cruz de Aparicio. Cerca de allí, el Caño lleva abasteciendo de agua a Navalcarnero desde 1857.
También merece una visita la Casa de la Cultura, que se asienta sobre un edificio histórico de tradición castellana. Destaca su gran patio interior rodeado de balcones. En el centro una escultura del reconocido artista Feliciano Hernández, fallecido en 2018 con 81 años en Navalcarnero, donde tenía su casa-taller.
Los 'trampantojos'
Navalcarnero es un lugar perfecto para perderte y olvidar por un rato el estrés y las prisas y disfrutar con calma de su gastronomía, su cultura, su patrimonio. Un lugar que te llevará de viaje por la historia mientras disfrutas el presente. Un lugar también, que te va a divertir con sus 'trampantojos'.
No te marches sin buscarlos, curiosos murales que nos tienden 'trampas visuales' por sus calles. Son responsabilidad del artista Alberto Pirrongelli, vecino de Navalcarnero hasta su muerte en 2022 y célebre por sus carteles de los cines de la Gran Vía.
Balcones, comercio, cigüeñas, vecinos... ¿Es cierto lo que ves? Descúbrelo paseando por Navalcarnero.