El monarca británico aparece vestido con el uniforme de los Guardias Galeses con el que fue nombrado coronel en 1975.
Hasta aquí, todo parece indicar que se trata del típico y tradicional estilo de retrato que tantas veces hemos visto a lo largo de la historia, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que Carlos III no ha querido dejar pasar esta oportunidad para recordar que es un auténtico amante del arte.
Firmado por el retratista Jonathan Yeo, la imagen elegida para esta celebración se aleja de cualquier otro retrato de cualquier miembro de la reraleza que hayamos visto hasta ahora.
En una colosal obra de dos metros y medio de altura, en la que predominan unos impactantes tonos rojos, carlos III aparece situado en el centro y acompañado por una mariposa que parece acercarse para posarse sobre su hombro y que fue idea del propio Rey, como referencia a su pasión por la naturaleza.
“Mi objetivo era también hacer referencia a las tradiciones de los retratos reales, pero de una manera que refleje una monarquía del siglo XXI y, por encima de todo, comunicar la profunda humanidad del sujeto”, ha señalado el autor.
El cuadro permanecerá expuesto desde este jueves hasta el 14 de junio en la galería de arte Philip Mould, en Londres, antes de ser trasladado definitivamente a las paredes del edificio Drapers' Hall, en el distrito financiero de la ciudad.