Mosakhlishvili y Tsunoda se quedan a las puertas de una medalla

El judoca español Tato Mosakhlishvili perdió en la lucha por el bronce en la categoría -90 kilos ante el griego Theodoros Tselidis, decimoquinto del mundo, y dejó de nuevo a España a las puertas de una segunda medalla en judo en París, tras la de Fran Garrigós (-60 kilos).

En un combate muy trabado, el menos logrado de 'Tato' en estos Juegos, el georgiano nacionalizado español no logró sortear la postura defensiva de su rival griego, quien supo administrar muy bien el waza-ari que se anotó en el inicio de la lucha, en el segundo 40, por una proyección 'Seoi-nage'.

"Lo tenía bien estudiado (a Tselidis), sabía lo que iba a hacer, pero un (falso) paso que di y cometí un error", declaró a la prensa Mosakhlishvili, respecto al waza-ari que concedió a su rival heleno y que a la postre significó su derrota en el pabellón del Campo de Marte, en las inmediaciones de la Torre Eiffel.

Ai Tsunoda pierde el combate por el bronce ante la austríaca Polleres

Un poco antes, la judoca española Ai Tsunoda Roustant, de 22 años, tampoco tocó al metal al caer en la última repesca y acabar quinta en la categoría de los -70 kilos.

En solo 1 minuto y 47 minutos de combate, Polleres aprovechó una mala maniobra de la española para voltearla y apuntarse un ippon por la técnica sumi-gaeshi.

En su debut olímpico, Tsunoda Roustant, que ha bebido judo de parte paterna (su padre es maestro japonés de este deporte) y materna (su madre es una antigua judoca francesa), termina con un meritorio quinto puesto, o diploma olímpico, que deja cierto sabor amargo viendo el potencial de la joven, que ha llamado la atención por su depurada técnica.

En el Campo de Marte, superó con nota a la eslovena Anka Pogačnik; cedió ante la croata Barbara Matic (a la postre campeona olímpica en París); y ganó en el primer combate de la repesca a la japonesa Saki Niizoe, sexta del mundo.

"He cometido un error que hago a veces en los entrenamientos y lo he pagado caro en el combate para el bronce", dijo a la prensa la catalana, sobre la maniobra en la que se dejó al descubierto y propició el agarre de su oponente.