La saltadora Valeria Antolino quedó octava en la final de trampolín de tres metros de los Juegos Olímpicos de París, con una puntuación total de 292,95 que le valió el último diploma olímpico.
La medalla de oro fue para la vigente subcampeona del mundo, la china Chen Yiwen, que se mostró inalcanzable con una nota total de 376,00 puntos, tras haberse clasificado ya en las semifinales con la puntuación más alta de todas las participantes.
"Supersatisfecha" con su actuación la saltadora Valeria Antolino. "Tengo el corazón mitad y mitad", aseguró en declaraciones a la prensa tras la final, ya que algo más de la mitad de su familia permanece en el país latinoamericano, pero ella, por la difícil situación en Venezuela, lleva ya ocho años viviendo en Madrid.
"Representar a España para mí también es mucho amor", subrayó, ya que además de residir allí, su abuela era española y ella tiene pasaporte del país europeo desde que nació, al igual que el italiano, que obtuvo por parte del abuelo del que heredó el apellido Antolino.
"Estos dos últimos años me he enfocado en plataforma, que es lo mío", incidió, aunque anteriormente en su carrera sí había apostado por el trampolín.
Para el futuro, a Antolino le gustaría seguir haciendo las dos cosas, aunque centrada un poco más en la plataforma como le aconseja su entrenador Arturo Miranda. "Yo creo que si me enfoco bastante en plataforma y algunos días hago trampolín, yo creo que las dos cosas las voy a seguir llevando adelante", explicó. El podio lo completaron la australiana Maddison Keeney y la también china Yani Chang, con puntuaciones de 343,10 y 318,75 que les dieron la plata y el bronce respectivamente.
Doble medallista de oro en los Europeos celebrados el pasado mes de junio en Belgrado, Antolino -que además del español y el venezolano, tiene también pasaporte italiano- había concluido las semifinales en décima posición, con una puntuación total de 284,25 puntos.
El mero paso a la ronda final ya era un logro para ella, según había resaltado la deportista española de 21 años, nacida en Venezuela y residente en España desde los 13 años, dado el dado el nivel de las rivales y, sobre todo, su falta de experiencia en trampolín tras centrarse en los últimos años en la plataforma de 10 metros.