Lola, la hermana de Blanca Fernández Ochoa, ha recordado para La imagen del año los duros momentos que vivió la familia este verano con la desaparición y el fallecimiento de la esquiadora: "Es bonito ver que la recuerdan, pero es muy duro, y hay veces que me derrumbo", nos ha confesado.
"Vivía en casa, había tenido que vender la casa y le dije que se viniera a vivir. Y la cosa de alargó... y yo estaba feliz", recuerda. Tras cinco angustiosos días de búsqueda, finalmente apareció el cuerpo de Blanca: "Vi cuando apareció el helicóptero y aquello fue tremendo. Pero ese día no fue duro, lo duro fue el día siguiente, ver que ya no estaba y que no podría reírme más con ella... es muy duro vivir sin ella", asegura.