Imagen de dos manos | EUROPA PRESS
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Una quemadura es una lesión de los tejidos orgánicos producida por el contacto directo o indirecto con calor, fuego, electricidad, agentes químicos o radiación. En verano es más probable sufrir una quemadura, ya sea por la exposición al sol o por el aumento de incendios.

Algunas de estas lesiones pueden provocar muerte celular, por lo que es fundamental identificar el tipo de quemadura y tratarla de forma adecuada.

Tipos de quemaduras

Según el grado de profundidad, las quemaduras se dividen en tres niveles, y es muy importante identificarlos para saber cómo tratarla.

  • Las quemaduras de primer grado afectan únicamente a la capa externa de la piel, la epidermis. El aspecto de esta quemadura es rojo, causa dolor al tacto o roce, y tiene una superficie seca y sin ampollas. Son las típicas quemaduras leves del sol.
  • Las quemaduras de segundo grado afectan a la epidermis y a la capa subyacente de la piel. El área dañada tiene un color rojo intenso, y pueden aparecer ampollas. Estas quemaduras causan dolor e hinchazón. Cuando aparecen sobre una articulación importante como manos, pies, ingles o glúteos, son consideradas quemaduras mayores. Estas pueden ser quemaduras por pequeñas llamas de fuego o líquidos calientes.
  • Las quemaduras de tercer grado afectan a todas las capas de la piel, destruyendo todo el espesor dermoepidérmico. Estas quemaduras son las más graves, y su daño del tejido es permanente. La piel se vuelve blanca, oscura o carbonizada, y se pierde sensibilidad en la zona afectada. Suelen ser producidas por grandes fuegos o quemaduras químicas.

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    Las quemaduras de segundo grado en articulaciones importantes y las de tercer grado son consideradas quemaduras mayores, y necesitan atención médica inmediata para evitar daños mayores.

    ¿Qué hacer según el tipo de quemadura?

    Las quemaduras de primer grado son las más leves, y su tratamiento es sencillo al no producirse rupturas en la piel.

    • Refrescar la piel con agua fría, pero no helada, durante al menos 10 minutos. Así se evita que se quemen otras capas de la piel. También se puede utilizar una toalla húmeda para reducir el dolor.
    • Cubrir la zona afectada con un vendaje seco o un apósito limpio, aunque sin apretar mucho el vendaje. Esto ayudará a reducir la inflamación.
    • No tocar la quemadura para evitar infecciones
    • Aplicar alguna loción o áloe una vez se enfríe la piel. El áloe vera natural es muy efectivo en estas quemaduras.
    • En caso de dolor, consulte con su médico para el uso de ibuprofeno o paracetamol.

      Las quemaduras de segundo grado deberían ser tratadas en un hospital, pero estos son algunos consejos para su cuidado.

      • Lavar inmediatamente con agua fría tras la exposición a la causa.
      • No romper las ampollas que surjan en la piel
      • No aplicar pomadas si no hay infección y sin supervisión médica.

        Frente a las quemaduras de tercer grado, se debe solicitar ayuda médica inmediata. Si te ves envuelto en fuego, deberás detenerte y rodar sobre una superficie que no sea madera. Una vez apagado el fuego y a la espera del personal médico, se deberán seguir estos pasos para tratar a la persona dañada:

        • Verificar los signos vitales de la persona
        • Envolverla con un material grueso como un abrigo o manta para terminar de apagar las llamas. Si el área quemada no es muy grande, podrás envolver esta con un paño húmedo.
        • Rociar agua sobre la persona
        • Nunca se debe retirar la ropa de la piel ya que esta podría estar pegada.
        • Si la quemadura ha afectado a los dedos de las manos o los pies, deberás separarlos con compresas secas y antiadhesivas.

          Si la quemadura se ha producido por una descarga eléctrica, no se debe tocar directamente a la víctima. Antes de tratarla, se debe separar a la persona de cables con un objeto no metálico.

          Mientras espera la ayuda médica, deberá continuar vigilando la respiración, circulación y pulso.

          Lo que no se debe hacer

          Cuando se sufre una quemadura, no se debe bajo ninguna circunstancia:

          • Colocar hielo, ungüentos o aceites en la zona dañada.
          • Retirar la ropa quemada que se pega en la piel.
          • Tocar o soplar la quemadura o ampollas.
          • Exponer una quemadura grave a agua fría porque podría causar shock.

            Cuándo acudir al médico

            En caso de haber sufrido una quemadura y no estar seguro de su gravedad, es aconsejable llamar al médico. Es importante mantener la calma y no autodiagnosticarse, por lo que deberá acudir al médico si:

            • La zona afectada es muy grande.
            • La quemadura es grave.
            • La persona muestra signos de shock.
            • La causa ha sido electricidad o sustancias químicas.
            • Ha inhalado humo.
            • Dolor pasadas las 48 horas.

              En casos de infección o deshidratación, se debe acudir inmediatamente a emergencias. En este caso, los signos que se presentan son:

              • Secreción o líneas rojas en la quemadura
              • Fiebre
              • Aumento del dolor
              • Inflamación de los ganglios linfáticos
              • Vértigo o mareo
              • Disminución de la micción
              • Náuseas

                Preste especial atención a las personas más vulnerables: niños, personas mayores de 60 años o personas con un sistema inmunitario debilitado.

                Cómo prevenir las quemaduras

                • Aplicar protección solar ante la exposición al sol, especialmente en verano.
                • Instalar alarmas de humo en el hogar
                • Conocer e informar de las medidas de seguridad en caso de incendio, y conocer las rutas de emergencia.
                • Disponer de extinguidores de incendios.
                • Manipular con cuidado cables, baterías y productos químicos.