Los 5 pueblos con menos habitantes de Madrid y por qué merece la pena visitarlos

Madrid es una región de contrastes. Una comunidad autónoma con una sola provincia en la que encontramos la ciudad mas poblada de España junto a algunos de los pueblos con menos habitantes. Pueblos que tienen menos de cien habitantes, pero que están llenos de vida. Pueblos que acogen con hospitalidad a todo el que se acerca y tienen mucho que ofrecer.

Madarcos

Hacia el norte, a cien kilómetros de la populosa Madrid y a más de mil metros sobre el nivel de mar, se encuentra Madarcos. Con tan sólo 47 habitantes, es el pueblo menos poblado de la región.

Se encuentra en un lugar privilegiado de la región, en el Valle Medio del Lozoya, en plena Sierra Norte. Es un lugar para disfrutar de un hermoso paisaje que cambia de manera espectacular con cada estación, desde los ocres y rojos otoñales hasta los múltiples colores de la primavera, pasando por el rojo de los acebos cuando arrecia el frío.

Es un lugar para realizar rutas de senderismo, excursiones por caminos rurales, subir montañas... y también para disfrutar de un pueblo que está lleno de vida.

El casco histórico de Madarcos mantiene la construcción tradicional de la zona. Nada mejor para aliviar el estrés de la vida cotidiana que pasear por sus calles. Cuenta con diferentes alojamientos, en algunos acogen mascotas, y restaurantes como el Bar La Fragua, perfectos para recuperar fuerzas.

Madarcos tiene una gran vida cultural que recoge también las antiguas tradiciones. Durante el mes de octubre se realizan las Jornadas de Encuentro Recuperación de Tradiciones en las que se llevan a cabo talleres de oficios como elaboración de garrotas, velas con cera de abeja, hilado de lana... etc.

La Acebeda

Con 67 habitantes, La Acebeda es un pueblo con mucho ambiente. Situado al norte de Madrid, en Somosierra, debe su nombre a la cantidad de acebos que antaño tenía en su término municipal. Aún quedan algunos centenarios.

En el interior del pueblo se puede ver la Casa de la Peña, considerada la primera casa que se levantó en el pueblo. Está hecha de piedra, madera y barro y se levanta sobre una gran piedra.

También se puede visitar ‘La Fragua’, edificio de piedra que mantiene en su interior el antiguo horno, el fuelle y el yunque.

La Hiruela

En plena Sierra del Rincón, pasear por la Hiruela es como viajar en el tiempo. Sus calles se han mantenido prácticamente como hace siglos, con casas de mampostería de piedra y barro, tabiquería de adobe y vigas de roble. Y anchas puertas de madera, protegidas por una tabla de las salpicadura del agua y la nieve.

La Dehesa Boyal de La Hiruela es uno de los rincones más bonitos de la región. Forma parte de la Senda de las Carboneras, un paisaje mágico que custodian robles centenarios.

Hay otras rutas, como la ‘Senda de molino a molino' que discurre por un precioso paisaje y presenta unas vistas inmejorables de la cuenca del Jarama.

Robregordo

En la comarca de la Sierra Norte, con 79 habitantes, Robregordo es también uno de los pueblos con menos habitantes de la Comunidad.

La naturaleza que rodea a Robregordo ya merece una visita. Acebos, robles solitarios emplazados en la dehesa boyal, como el ‘Árbol del Paraíso', paisajes cubiertos de jaras, mostajos, flores silvestres, moras, setas… todo en Robregordo respira vida.

En el interior del pueblo también destaca la iglesia parroquial de Santa Catalina, de principios del siglo XVII y la Fragua, donde se herraban caballos y mulas y se arreglaban las rejas del arado romano.

Somosierra

Deriva su nombre del término medieval ‘Somo de la Sierra’ que significa ‘en los más alto de la sierra’. El pueblo se encuentra a 1.433 de altura sobre el nivel del mar en un paso de montaña. Es la entrada natural a Madrid desde el norte, paso obligado entre las Dos Castillas y el municipio más alto de la Comunidad.

El entorno de Somosierra ofrece lugares tan espectaculares como la Chorrera de los Litueros, la cascada de mayor altura de la Comunidad de Madrid, un salto de agua de más de 40 metros, y la Dehesa Bonita, nombre de la dehesa boyal de Somosierra, que puedes recorrer también con visitas guiadas o viajes en burro.

Su ubicación como paso de montaña ha condicionado su historia y su carácter. La Ermita de Nuestra Señora de la Soledad aún recuerdan el paso de los ejércitos de Napoleón hacia Madrid y la batalla de tuvo lugar en 1808 entre las fuerzas francesas y las españolas. Sus vidrieras, con la virgen polaca de Czestochowa, homenajea a los jinetes polacos que, con su valentía suicida, consiguieron la victoria para el emperador francés.

Madarcos, Robregordo, la Hiruela, La Acebeda y Somosierra son cinco pueblos situados en algunos de los enclaves más bonitos de la tierra madrileña. Son, además, pueblos con una rica vida cultural, repletos de actividades para todas las edades y cuentan con una amplia oferta gastronómica y de alojamiento.

Son pueblos que merece la pena visitar de vez en cuando. Aviso: pueden crear adición.