El 51% de las mujeres embarazadas reconocen haber sufrido distintas modalidades de publicidad agresiva por parte de las empresas del sector lácteo acerca de las fórmulas sustitutivos de la lecha materna, algunas de las cuales infringen la normativa internacional en materia de alimentación infantil.
Así consta en un informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con Unicef, cuyos resultados se conocieron este miércoles, para cuya realización se han llevado a cabo entrevistas con padres, mujeres embarazadas y personal sanitario en Bangladesh, China, México, Marruecos, Nigeria, Sudáfrica, Reino Unido y Vietnam.
El trabajo pone de manifiesto “estrategias de marketing sistemáticas y poco éticas” utilizadas por la industria del sector lácteo, valoradas en 55.000 millones de dólares, con el objetivo de influir en las decisiones que los progenitores toman en la alimentación de sus hijos.
Estas estrategias incluyen técnicas ‘online’ invasivas, redes de asesoramiento y líneas telefónicas patrocinadas, promociones y obsequios y prácticas para influir en la formación y en la toma de decisiones del personal sanitario.
En ese sentido, el informe concluye que los mensajes que reciben los padres y el personal sanitario “a menudo son engañosos, carecen de fundamento científico y violan el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna”, ratificado en 1981.
Ante esta situación, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseveró que “este informe muestra muy claramente que la comercialización de las fórmulas sustitutivas de la leche materna sigue siendo inaceptablemente omnipresente, engañosa y agresiva”.
Del mismo modo, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, destacó que “los mensajes falsos y engañoso sobre las fórmulas que sustituyen a la leche materna son una barrera importante para la lactancia materna, que sabemos que es lo mejor para los bebés y las madres”.
El informe subraya que las mujeres encuestadas mostraron mayoritariamente su preferencia de amamantar a sus hijos, una opción que contrasta con el hecho de que un “flujo sostenido de mensajes de publicidad engañosa está reforzando los mitos” sobre la lactancia materna y “socavando la confianza” de estas mujeres en su capacidad para dar el pecho.
Entre los mitos, se incluyen la insuficiencia de la lecha materna para alimentar a los hijos, la capacidad de los ingredientes de las fórmulas sustitutivas para mejorar el desarrollo y la inmunidad de los niños y la disminución de la calidad de la leche materna con el paso del tiempo.
Para afrontar estos desafíos, la OMS y Unicef exige a los gobiernos, el personal sanitario y la industria que acaben con la comercialización de los sustitutos de la leche materna y cumplir con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.