Ni toallitas, ni mascarillas ni bastoncillos... Esta es la triple P que manda en el váter para evitar residuos

Al acudir a un baño público nos solemos encontrar siempre con mensajes que piden a los clientes evitar arrojar al váter material y elementos que no sean papel higiénico. ¿Qué pasa en nuestras casas? Exactamente lo mismo. Toallitas, bastoncillos o compresas nunca deben hacer viaje alguno por el wc.

Ya en Telemadrid hemos informado constantemente sobre los problemas que las toallitas arrojadas por el váter suelen provocar en las redes de saneamiento, tanto generales como particulares. Su problema es que no se desintegran bien en el agua, y eso hace que puedan ocasionar atascos indeseados. En el peor de los casos, pueden dejar inoperativos los equipos y la maquinaria de las depuradoras. Así pues, no hay que fiarse de los mensajes que a veces aparecen en los envases de las toallitas, que indican que son biodegradables o desechables, pero a veces no es del todo cierto: si se acaban descomponiendo, no lo hacen en el tiempo que tardan en llegar a las estaciones de depuración.

Las toallitas son un enemigo claro del medio ambiente porque provocan daños especialmente en los ecosistemas acuáticos, si acaban llegando a los ríos.

Así que hay un punto que debe siempre estar claro: una vez usadas, su destino debe ser siempre la papelera o el cubo de basura.

Otros materiales que no deben acabar en el váter

Tiritas, compresas, algodones, mascarillas, preservativos o bastoncillos son otro tipo de residuos que acaban irresponsablemente en el retrete.

Canal de Isabel II ofrece estas cifras para hacernos una idea de hasta qué punto acaban en el wc residuos que no deberían llegar nunca al excusado:

• Si cada año se retira de las depuradoras madrileñas hasta 30.000 toneladas de residuos mojados, quiere decir que, de media, cada madrileño vierte anualmente por el váter casi 4 kilos
• Esto provoca unos costes estimados superiores a los 2 millones de euros al año. Y esto solo en la Comunidad de Madrid. A nivel nacional, según datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas (AEAS), la retirada de estos vertidos supone un sobrecoste de 200 millones de euros

Y, obviamente, también hay un impacto en el medioambiente. Los microplásticos que contienen estos residuos, sobre todo los bastoncillos, pueden fragmentarse, traspasar los filtros de las depuradoras y llegar a contaminar nuestros ríos y las especies que viven en ellos. Igualmente, la acumulación de estos residuos no deseados puede dejar fuera de servicio las depuradoras y provocar que el agua vuelva a los cauces sin ser tratada.

Canal de Isabel II recuerda que es importante que tomemos conciencia de esta problemática para poder combatirla. Por el váter únicamente se deben depositar tres cosas: orina, heces y papel higiénico. Por sus siglas en inglés (pee, poo and paper), a esta regla se la conoce internacionalmente como la triple P o PPP.