Taquilleras en 1960 | METRO DE MADRID
(Actualizado

Metro de Madrid fue pionero en la incorporación de la mujer al trabajo. Una de las primeras grandes empresas en dar este paso. Y lo dio desde el momento mismo de su inauguración, el 17 de octubre de 1919. En aquellos tiempos, la dirección anunció su incorporación con un comunicado en el que se pedía a los madrileños que trataran “con su proverbial cortesía al personal femenino de la empresa”.

Curiosidades, misterios y secretos del metro de Madrid que (quizá) no conocías

Las taquilleras se convirtieron en la cara pública del Metro y los madrileños se acostumbraron a verlas en sus cubículos, tras los cristales, despachando billetes.

Pero las mujeres tenían que cumplir una serie de requisitos para poder trabajar en el metro.

Si se casaban tenían que dejar el trabajo | METRO DE MADRID

Para empezar, sólo se contrataba a mujeres solteras. Y si alguna se casaba tenía que dejar el trabajo. Obligatoriamente. Se consideraba que una mujer casada debía atender el cuidado de su hogar y su familia y que esto no era compatible con el trabajo fuera de casa.

Además, bajo la premisa de que la noche es más proclive a peligros de todo tipo de los que debía alejarse a las damas, sólo se les permitía trabajar hasta las 22.00 horas. Los turnos nocturnos eran realizados sólo por hombres.

Poco a poco, algunas de ellas dieron un empujón y consiguieron mejorar las condiciones laborales de todas. En 1930 una taquillera inició una reclamación tras ser despedida por casarse. No consiguió que la readmitieran pero sí que la indemnizaran. A partir de ese momento se les seguía obligando a una excedencia forzosa si se casaban pero recibían 250 pesetas si llevaban entre uno y cinco años trabajando en la empresa ó 500 ptas. si su antigüedad era mayor de cinco años.

Avanzando

Mujeres del Metro de Madrid | METRO DE MADRID

Con el tiempo se relajaron las normas y se permitió casarse a aquellas que no estuvieran en puestos de cara al público. Para las taquilleras continuó vigente la prohibición.

Metro de Madrid no fue la única empresa con esta norma. Lo mismo ocurría en Telefónica, otra empresa pionera en la incorporación de las mujeres al mundo laboral.

Javier y María Jesús, las voces de la megafonía del metro de Madrid

En 1984, sesenta trabajadoras de Telefónica se hartaron de la situación y pidieron amparo al Tribunal Constitucional por discriminación de sexo frente a sus compañeros varones, al considerar que este hecho violaba el artículo 14 de la Constitución que establece que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

El Tribunal Constitucional les dio la razón y se acabaron los despidos ‘por matrimonio’. El logro se extendió a las trabajadoras del Metro y la empresa tuvo que reincorporar a una treintena de mujeres casadas que habían sido obligadas a marcharse.

Más allá de las taquillas

Estrella Aranda | METRO DE MADRID

Durante muchos años las mujeres sólo tuvieron acceso a puestos en taquilla o en oficinas. Hasta 1983. Ese año una mujer, Estrella Aranda, se presentó a las oposiciones a jefe de tren y a conductor de Metro. Aprobó y se convirtió en la primera mujer conductora de Metro.

Hubo más pioneras: Yolanda Molino González, primera mujer operadora del despacho de cargas (donde se controla el estado de la red eléctrica); Susana Sánchez Fernández, primera oficial de Mantenimiento de trenes; Rosa María Santiago Arribas, que empezó como revisora y llegó a ser jefe de sector o María Eugenia Jiménez de León, primera gerente de Sostenibilidad.

Todas ellas y todas las demás hicieron historia en el Metro de Madrid. Historia de Madrid.