Las trabas burocráticas, las dificultades para obtener financiación o liquidez, y la conciliación entre la vida familiar y laboral son las principales barreras a las que se enfrentan las emprendedoras europeas, según una encuesta realizada en 24 países del continente por Eurochambres.
Un 22 % de las 824 mujeres emprendedoras encuestadas apunta al exceso de papeleo y un 18 % a los problemas de financiación como principales obstáculos para su negocio, mientras que la conciliación y la falta de tiempo para continuar formándose son el gran problema para un 13 % y 11 % de las mismas, respectivamente.
Los altos impuestos que impiden aumentar el número de empleados, la mala gestión institucional de la crisis del covid-19, los problemas en los mercados de materias primas, las dificultades para encontrar personal cualificado y los altos precios de la energía son otros de los retos mencionados por las empresarias.
El perfil medio de la emprendedora europea que dibuja Eurochambres es el de una mujer entre los 40 y 60 años (un 70 % del total), al frente de una microempresa -de hasta nueve empleados- activa en el sector servicios y dedicada sobre todo a la consultoría, la comunicación, el comercio o la restauración.
El porcentaje de emprendedoras menores de 30 años no llega al 3 %, mientras que se sitúa en el 16 % entre los 30 y 39; y en el 12 % en las mayores de 60 años, algo que la organización atribuye a que "en el actual entorno económico difícil, el trabajo de los emprendedores puede no ser percibido tan atractivo por las generaciones jóvenes como lo fue en generaciones anteriores".
Siete de cada diez gestiona una microempresa y, del resto, solo un 1 % está en una compañía con más de 250 empleados. Para la gran mayoría (76 %) se trata de su primer negocio y aproximadamente la mitad tienen menos de diez años de vida.
Cuando se les pregunta por la comparación con los hombres, la mayor parte de las encuestadas no cree que les habría resultado más fácil llegar a donde están de haber sido hombres (apenas un 15 % lo piensa), pero casi una de cada cuatro (23 %) sí considera que habría ganado más por su trabajo de no ser mujer.
La percepción de que el embarazo y la maternidad son obstáculos en la carrera profesional y la de que las mujeres tienen que prestar mucha más atención a su apariencia física que los hombres si quieren tener éxito en los negocios son otros "problemas relevantes" para las emprendedoras (un 21 % en ambos casos).
Detrás de la infrarrepresentación de la mujer en el mundo de los negocios, la causa principal más señalada es una "industria dominada por los hombres", pero las encuestadas subrayan también que se anima poco a las mujeres a desempeñar responsabilidades de liderazgo y la dificultad para conciliar vida laboral y familiar.
A la vista de estos resultados, Eurochambres - que representa a las cámaras de comercio europeas - recomienda que se simplifiquen, en particular a nivel local, los procedimientos para que los emprendedores reciban apoyo y que se comunique mejor sobre estas posibilidades.
Llaman asimismo a las instituciones financieras a evaluar los procesos por los que seleccionan a quien financian, ya que la percepción entre las emprendedoras es que a veces sus empresas no se consideran rentables, bien porque son mujeres, bien porque sus áreas de trabajo no se perciben como interesantes para invertir.
Y subrayan que "tiene que hacerse más, a nivel público y privado, para asegurar que los puestos de alto nivel son igualmente accesibles para mujeres y hombres y que la remuneración es independiente del sexo".