Enzo Fernández | EFE
(Actualizado

Hace algún tiempo que los entendidos reclaman una presencia más frecuente en la albiceleste de Enzo Fernández, uno de los abanderados de la prometedora camada del fútbol argentino que se destapó en el momento más oportuno, en un Campeonato del Mundo, para abrochar con un gran gol el primer triunfo del equipo de Lionel Scaloni en Catar 2022.

Llegó en el pasado mercado de fichajes a Portugal este joven de 21 años nacido en San Martín para buscarse la vida en el fútbol europeo. Se comprometió con el Benfica después de despuntar en el River Plate desde edad juvenil, con una progresión firme y rápida.

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Han bastado una veintena de partidos con los encarnados, en Lisboa, para convencer a Scaloni, al que ya había llamado la atención asentado en las categorías inferiores de Argentina. Fijo para el técnico alemán Roger Schmidt, ha sido uno de los descubrimientos de la Liga de Campeones. Mucho ha tenido que ver Enzo en el brillante recorrido del Benfica por la Champions: primero de grupo por delante del París Saint Germain.

Vive deprisa el poderoso centrocampista del área metropolitana de Buenos Aires, que atraviesa etapas de dos en dos. Un par de meses después de ser reclutado por primera vez por Scaloni como premio a la atención despertada en el River Plate, fue uno más de su plantel para acudir a Catar.

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Enzo Fernández debutó con la Albiceleste a finales de septiembre pasado. No pasó desapercibido y ya no dejó de contar para el seleccionador que le citó para las eliminatorias ante Uruguay y Brasil y después para las de Honduras y Jamaica.

Futbolista desequilibrante, agresivo y con manejo de balón, Enzo apunta a empresas mayores. Cuenta para el Mundial. Contra Arabia Saudí jugó la última media hora. Scaloni le encontró entre los suplentes para sostener al equipo en una noche negra, superado por un rival inferior y sin repercusión en la historia de la competición.

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El Mundial le guardaba un momento mejor, ante México. Aún sin el respaldo para ocupar un hueco en el once inicial, el seleccionador le reclamó cuando el partido estaba atascado, entumecido. Fue la primera variante argentina. Saltó al terreno de juego por Guido Rodríguez a falta de más de media hora. Todo cambió. Siete minutos más tarde inició la acción que terminó con el gol de Messi, el que abrió el marcador y sosegó a Argentina.

Agitador del partido, pulmón para su selección, esperó al final para encontrar lo mejor, su primer gol con la Albiceleste. Desde el pico del área, una parábola imposible para el portero mexicano Guillermo Memo Ochoa que ventiló todos los fantasmas de días atrás y cualquier atisbo de reacción de México.

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Crece a zancadas Enzo también en la selección, donde cada vez tiene más tiempo. Por la vacante de Giovani Lo Celso, sin Mundial por una lesión, han pasado Alejandro Papu Gómez, Guido Rodríguez y Alexis MacAllister. Ninguno termina de completar la medular al gusto de Lionel Scaloni que ya barrunta como opción seria la presencia del joven del Benfica como la pieza por encajar en la maquinaria en la que habitan Rodrigo de Paul y Leandro Paredes.

"Estoy muy feliz por el gol, mi primer gol con la selección y especialmente por la victoria. Messi me dijo que me acercara para jugar la pelota y me la dio", narró.

La cotización de Enzo se ha multiplicado. El Benfica apostó firme por el volante argentino y desembolsó algo menos de veinte millones de euros. Ahora, de momento, no tiene precio.