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El barrio de Alfama, el más antiguo de Lisboa, alberga una sucesión de callejuelas laberínticas, al más puro estilo árabe, pues ese es su origen. En el barrio encontramos algunos de los monumentos imprescindibles de la ciudad como la Catedral, el Castillo de San Jorge, el Monasterio de San Vicente o la Iglesia de San Esteban, pero nosotros nos detenemos en la Feira da Ladra, un mercadillo de antigüedades y cacharros, al estilo del Rastro madrileño, que lleva celebrándose desde el siglo XIII.

Su nombre (Feria de la Ladrona) lo dice todo sobre sus orígenes, pero hoy en día podemos encontrar todo tipo de objetos curiosos, vintage, azulejos, ropa... Eso sí, es obligatorio el regateo.

Podemos visitar la feria los martes y sábados,