Pese a su juventud e inexperiencia el soldado Bradley Manning puso en jaque al Gobierno de Barack Obama, catapultó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y abrió un debate mundial sobre el papel de EEUU y su guerra contra el terrorismo.
Con apenas 22 años, Manning, un analista novato desplegado en Irak, hizo una filtración histórica de documentos clasificados a WikiLeaks, que pasó así de ser un portal minoritario a convertirse en uno de los mayores temores de la inteligencia estadounidense.
Eso le ha costado una condena de 35 años de prisión y la expulsión del Ejército con deshonor por 20 cargos, que incluyen violación de la ley de espionaje, robo de información propiedad del Gobierno, fraude y abuso de su posición de confianza en las Fuerzas Armadas.
El soldado, que ahora tiene 25 años, pasó a WikiLeaks 470.000 registros de las guerras de Irak y Afganistán, 250.000 cables del Departamento de Estado y otros documentos clasificados.
Ello supuso un gran revés para la diplomacia estadounidense, dirigida entonces por Hillary Clinton, y alimentó un debate internacional sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y su década de oscura guerra contra el terrorismo islámico.
EL SENO FAMILIAR
Manning nació en diciembre de 1987 en Oklahoma de padre estadounidense, exmilitar y consultor informático, y madre de Gales (Reino Unido), y entró en las Fuerzas Armadas frisando los 20 años.
Bradley tuvo una infancia y adolescencia traumáticas, ya que, entre otras cosas, su madre, Susan Fox, sufría problemas de alcoholismo, y la hermana mayor, Casey Major, tuvo que hacerse cargo de la casa ya de niña, antes de los 12 años.
En esa familia eran frecuentes las peleas y ninguno de los padres se responsabilizaba adecuadamente del hogar.
En 2001, tras una disputa conyugal, los padres de Manning se divorcian. Manning pasó entonces unos años en Gales con su madre, para luego regresar a Estados Unidos con su padre y, finalmente, acabar viviendo en la calle, en una furgoneta.
Su tía, Debra Van Alstyne, lo acogió en 2006 en su casa en las afueras de Washington y se convirtió en un pilar esencial en la vida de este joven menudo y de aspecto frágil que empezaba a asimilar su homosexualidad.
EL CAMINO MILITAR
En un intento por acceder a una educación universitaria que no se podía permitir, Manning decidió ingresar en las Fuerzas Armadas como analista de inteligencia, algo que no requería la preparación física de las tropas que luchan sobre el terreno.
Tras un año de entrenamiento militar, Manning consiguió graduarse como analista de la Décima División de Infantería de Montaña en Fort Drum (Nueva York).
Ya en esa época comenzó a mostrar dificultades para adaptarse a la disciplina y para integrarse con su condición de homosexual, que el Pentágono no permitía expresar libremente hasta finales de 2011.
Pese a sus problemas, a finales de octubre de 2009, Manning fue enviado a Irak, donde se encargó de analizar bases de datos con información clasificada del Pentágono para mejorar la respuesta en el campo de batalla a los ataques del adversario.
Según su testimonio, la dureza de algunas de las acciones bélicas que analizó le llevaron a plantearse la necesidad de dar a conocer al mundo las injusticias que cometía su país para hacer "cambiar las cosas".
RELACIÓN CON WIKILEAKS
Su primera filtración a WikiLeaks fue a comienzos de 2010 y se trató del vídeo "Collateral Damage", que muestra una matanza de civiles y de dos trabajadores de la agencia Reuters en Irak en 2007.
Ese vídeo muestra la "frialdad" con la que los pilotos deciden atacar en una zona con presencia de civiles y donde los supuestos rebeldes armados no son más que un periodista con cámara. Ante su éxito, Manning se planteó objetivos más ambiciosos.
Durante la primavera de 2010, sigue recopilando información y mantiene contactos con miembros de WikiLeaks, entre otros supuestamente con Julian Assange.
JUZGADO Y SENTENCIADO
Tras el vídeo vienen registros de acciones de guerras en Irak y Afganistán, información sobre Guantánamo, sobre operaciones clandestinas de la CIA y los cables del Departamento de Estado, que pusieron en entredicho a la diplomacia estadounidense al publicarse en la prensa en otoño de 2010.
Aquellas comunicaciones revelaron muchos entresijos de Estados Unidos en el exterior y fueron un catalizador de revoluciones de la "Primavera Árabe" como la que derrocó al gobierno autoritario de Ben Ali en Túnez.
Tras su detención en mayo de 2010, Manning pasó un tiempo internado en una base militar en Kuwait y fue trasladado a Quantico (Virginia), donde durante casi nueve meses fue sometido a un duro régimen de vigilancia considerado ilegal por la juez de su caso, la coronel Denise Lind.
Tras una larga fase preparatoria, el juicio contra Manning comenzó en junio de 2013, después de que el soldado se declarara culpable los cargos menos graves por haber cedido secretos oficiales a WikiLeaks.
En la fase de sentencia final, Manning pidió perdón a Estados Unidos por el daño causado y solicitó, con la voz entrecortada, a la juez Lind una segunda oportunidad por los errores de un pasado que "no se puede cambiar".