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La Guardia Civil investiga a ocho personas por irregularidades en cursos de formación de varias academias para la obtención del carné de manipulador de productos fitosanitarios como sulfatos y pesticidas y estima que pudieran existir más de siete mil personas afectadas. A los implicados se les atribuye la comisión de los supuestos delitos de falsedad documental y estafa, informa la Dirección General de la Guardia Civil.

Se trata de la operación Fito que ha sido desarrollada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil coordinada por la Fiscalía de Medio Ambiente y el Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 4 de la localidad leonesa de Ponferrada con la colaboración de la Junta de Castilla y León y la Xunta de Galicia.

La operación se inició el pasado mes de enero a raíz de la información facilitada por el Servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León que puso de manifiesto presuntas irregularidades en la realización de cursos de formación de fitosanitarios para la obtención del carné.

Fruto de la colaboración entre la Guardia Civil y la Junta de Castilla y León tras el minucioso estudio de la documentación se desarrolló de manera coordinada una inspección de varios cursos que se estaban desarrollando. Se pudo constatar que varias empresas ofertaban estos cursos compuestos por una primera fase 'online' con una carga lectiva de dieciséis horas y una segunda práctica con nueve.

Posteriormente, se detectó que en la fase del curso 'online' se estaba haciendo un uso masivo de las mismas direcciones IP con múltiples alumnos y, además, en unos tiempos muy reducidos, lo que hizo sospechar de que eran realizados por robots informáticos o por un mismo usuario que al conocer las respuestas iba contestando las preguntas sin tiempo para leer su contenido ni analizarlas.

Igualmente que en la fase de prácticas que se estaban desarrollando en diferentes sedes de la comarca del Bierzo se cometían múltiples irregularidades. En algunos cursos no se impartía la clase teórico-práctica que debe incluir el examen de los elementos a utilizar en la manipulación de productos fitosanitarios.

Otras veces los certificados de superación del curso estaban expedidos antes de llevar a cabo los exámenes finales que evaluaban los conocimientos adquiridos.

Asimismo el examen se realizaba para grupos de más de cincuenta personas con un único profesor, en condiciones de masificación, por lo que se facilitaba la posibilidad de copiar, y en el caso de que el alumno tuviera problema de entendimiento en las preguntas el profesor rellenaba, marcaba o señalaba las respuestas.

Algunos alumnos manifestaron desconocer su propia dirección de correo electrónico necesario para la fase 'online' e incluso la existencia de esta. Otros afirmaron desconocer totalmente el uso de las nuevas tecnologías y en especial de la informática y de internet e incluso varios alumnos presentes en el momento del examen no sabían ni leer ni escribir.

Durante la inspección se intervinieron baterías de 126 preguntas de las cuales 33 estaban remarcadas coincidiendo estas con las 33 preguntas tipo test del examen final. Los investigados hacían correr el rumor entre los agricultores de que toda persona que tratase con productos fitosanitarios, fuera a nivel particular para auto-consumo o profesional para la venta de productos, debía obtener un carné de manipulador ya que podía ser requerido por el SEPRONA en las inspecciones que realiza en el campo.

La Guardia Civil recuerda que según la vigente legislación el carné solo es necesario cuando se va a hacer un uso profesional, es decir, cuando se vendan los productos agrarios que han sido tratados y ha de ser presentado en las tiendas del sector, pudiendo adquirir una mayor cantidad de producto a menor precio por tener menos IVA. La mayoría de los afectados no necesita el carné, ya que no son profesionales y utilizan los productos fitosanitarios para sus huertas de auto-consumo.