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Playas paradisiacas, arena blanca, cocoteros, frondosa vegetación y sol, mucho sol. Madrileños por el mundo visita San Martín y Martinica, dos de las islas más bellas del Caribe, sin duda uno de los destinos turísticos más visitados del planeta.

Quedamos con Paco en Pico Paradis, en la isla de San Martín, situada en el corazón de las Antillas, a camino entre Puerto Rico y República Dominicana, y que pertenece a los territorios de ultramar de Francia (la parte norte) y los Países Bajos (parte sur). Descendemos a la playa de Gran Case y nos damos un paseo en helicóptero para disfrutar de unos paisajes espectaculares, entre ellos la isla de Anguila o Sandy Island, un exclusivo cayo para almorzar en medio del océano.

De nuevo en tierra, paseamos en barco para admirar algunos de los yates más lujosos del mundo, propiedad de grandes fortunas como el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea, o el fallecido Steve Jobs, fundador de Apple. Conocemos el hotel Palace Saint Martin, que dirige Paco, y Orient Bay, una popular playa en la que se permite el nudismo, al igual que en el hotel adyacente.

En Playa Maho, en la zona sur de la isla, nos espera Viena. Esta playa es una de las más curiosas del mundo porque la pista del aeropuerto Princesa Juliana está al lado, y los aviones la sobrevuelan a muy poquitos metros de altura. A la capital holandesa, Philipsburg, llegan cruceros todos los días. Mientras, la capital francesa, Marigot, es más pequeña y acoge el mercado. Allí, en la playa de La Potence, se puede hacer snorkel y ver los restos de un barco hundido tras el huracán Luis, que azotó la isla en 1995. Y en Cripple Gate encontramos la curiosa Casa del Caribe de Papá Noel.

Nos trasladamos hasta Martinica (Antillas Francesas), donde conocemos a Ana, que nos recibe en la capital, Fort de France, colonia gala desde 1635. Visitamos el mercado y la biblioteca de Schoelcher, construida en 1889 con motivo de la Exposición Universal de París y trasladada pieza a pieza hasta la isla. Además, conocemos el deporte más popular, la navegación en yole, una embarcación que sólo existe aquí y que da lugar al Tour des Yoles, la vuelta a la isla que se celebra cada año en verano.

Visitamos en Le Francois una mansión y plantación de caña de azúcar, con la que se produce el ron agrícola, uno de los principales productos que exporta la isla. Y recalamos en la playa de La Caravelle, la playa de los surferos, y el mirador de Le Marin.

Esther, que llevaba apenas unos días en la isla, nos enseña el Jardín de Balata. Y acabamos nuestro viaje en Saint Pierre, la antigua capital, considerada la Pompeya del Caribe, ya que fue arrasada por el volcán Pelée en 1902.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

Documentación: Se trata de territorios que pertenecen a la Unión Europea, pero es necesario llevar el pasaporte en vigor. Aunque en Martinica, en caso de viajes de menos de tres meses, valdría solamente el DNI (ojo, en vuelos que no hagan escalas fuera de la UE).

Visado: No son necesarios.

Vacunas: No son obligatorias.

Moneda: En San Martín son oficiales el euro en la zona francesa y el florín en la holandesa. También se aceptan dólares en toda la isla. Hay multitud de oficinas de cambio y bancos. En Martinica, al ser también territorio francés, la moneda oficial es el euro.

Sanidad: Ha aumentado la incidencia de las infecciones por los virus del dengue, el chikungunya y el zika, sobre todo durante los meses de más calor y lluvias, en gran parte de los países americanos. Normalmente, no son enfermedades mortales, aunque implican riesgos diversos, en especial para personas con su sistema inmunológico debilitado, embarazadas, niños o ancianos. La OMS ha alertado sobre riesgos en la salud del feto en caso de que embarazadas contraigan el zika.

Seguridad: No hay problemas de seguridad en las islas, más allá.

Datos de interés: En San Martín se utilizan enchufes europeos en el lado francés y americanos en el holandés. En cualquier caso, es fácil encontrar adaptadores en ambos lados. No hay arroyos ni ríos en San Martín, y el agua corriente procede exclusivamente de la planta desalinizadora. En Martinica el agua es potable. De todas formas, es recomendable tomar agua mineral embotellada. Al situarse entre el trópico de Cáncer y el ecuador, se trata de lugares donde la incidencia del sol es muy potente, por lo que es imprescindible utilizar protección solar de alta graduación y gafas durante las horas centrales del día.