Mari Cruz, lleva dos años y medio trabajando como aparejadora en una constructora de Bristol. Con ella visitamos el parque más antiguo de Bristol, donde las ardillas escoltan la Cabot´s Tower, erigida en honor a John Cabot, el primer europeo en llegar a América del Norte. Si te animas a subir sus 108 escalones disfrutarás de unas espléndidas vistas de Bristol.
Nos trasladamos a conocer Fairford, una urbanización de lujo a 50 minutos de Bristol, donde por unos millones de euros podrás convivir con banqueros, actores, modelos, etc. Una opción más económica es visitar una Casa georgiana del siglo XVIII convertida en museo, con entrada gratuita, esta casa de seis pisos era propiedad de John Pinney, un rico mercader que tenía una plantación de azúcar en el Caribe.
Recorremos las calles del centro de Bristol, y visitamos St. Nicholas Market, un mercado permanente donde hay de todo: tiendas vintage, comida, bebida, tiendas de artesanía…
Bristol es la capital mundial del graffiti, en sus calles encontramos la obra más importante de su máximo representante: Banksy, el artista callejero más famoso del mundo a pesar de que nadie conoce su identidad. Empezó pintando paredes en los años 90 y ahora sus obras pueden alcanzar el millón de euros en las subastas.
Continuamos hasta la Plaza del milenio, donde se encuentra el Planetario, una escultura en homenaje a Gary Grant, que nació en esta ciudad en 1904 y el monumento que conmemora a los caídos en las dos Guerras Mundiales, siempre adornado con amapolas.
Después de tomarnos un delicioso té en Tea Room, visitamos Cameron Balloons, donde se cosen a mano globos aerostáticos. El primer fin de semana de agosto se celebra un Festival de globos aerostáticos conocido en todo el mundo en el que unos cien globos se lanzan al aire.
El prometido de Mari Cruz, Jose, es ingeniero aeronáutico y nos lleva a conocer su centro de trabajo: la planta de Airbus, donde podemos ver uno de los últimos Concorde que salieron de esta fábrica.
Nos despedimos de esta simpática pareja en Steam Bar, donde puedes recibir clases de salsa y bachata y pagar con la libra bristoliana, la moneda única de la ciudad de Brisdtol que es aceptada por más de 700 comercios.