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En 2007, pocos años antes del estallido de la guerra, Siria era un país relativamente seguro y pacífico. Distintas etnias y religiones convivían en una región siempre convulsa, como es Oriente Medio. Sin embargo, en 2011, y al calor de la Primavera Árabe, arrancó un conflicto que a día de hoy sigue vigente y que se ha cobrado, según distintas fuentes, más de 250.000 vidas.

El levantamiento popular contra el presidente Bashar Al-Asad fue respondido desde el Gobierno de forma violenta. Y aprovechando la situación caótica, llegó al país el radicalismo del llamado Estado Islámico, que cada vez ha tomado más importancia y ha impuesto su totalitarismo en el día a día de muchas ciudades.

En la actualidad, miles de personas huyen de la guerra y el terrorismo en busca de una vida mejor, en lo que ya se ha calificado como la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Curiosamente, en el momento de la grabación de este reportaje, Siria acogía a más de un millón de refugiados iraquíes que también huían, precisamente, del terror.

En el zoco de Al-Hamidiyah, uno de los más importantes de la capital, Damasco, quedamos con Antonio, que daba clases de español en la universidad.

Luis, cooperante, nos llevó al norte de la capital para conocer cómo vivían los refugiados iraquíes en los campos de Naciones Unidas. Después visitamos el barrio cristiano y nos trasladamos hasta Palmira para ver las impresionantes ruinas de la considerada "Venecia del desierto", que el Estado Islámico destruyó recientemente.

Alejandra nos recibió en Alepo, la ciudad del norte que fue uno de los núcleos más conflictivos al comienzo de la guerra, donde el ejército de Al Assad ejerció una fuerte represión contra los rebeldes, y que posteriormente se ha convertido en uno de los objetivos principales del EI.

También en Alepo conocimos a Nadia y su familia. Su madre, que llevaba entonces 22 años en Siria, dejó todo en Madrid (e incluso se convirtió al Islam) por seguir a su amor, un farmacéutico con el que tuvo cuatro hijos.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

El Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda no viajar a Siria bajo cualquier circunstancia, así como exhorta a los españoles que se encuentren en el país para que lo abandonen lo antes posible, teniendo en cuenta la situación de guerra en la actualidad.

Ninguna zona del país está a salvo de posibles brotes de violencia, combates, bombardeos, ataques terroristas o secuestros indiscriminados. La Embajada de España en Beirut ha asumido las competencias consulares ordinarias para Siria. No obstante, en caso de necesidad de expedición / renovación de pasaportes o documentos de viaje, así como para emergencias consulares, los españoles pueden ponerse en contacto con la Embajada de España en Damasco a través del teléfono de emergencia consular: 00 963 933319700. por lo que se desaconseja todo viaje o desplazamiento a Siria en estos momentos.