Tokio, el paraíso de lo distinto al otro lado del mundo
Lugares exóticos, superpoblación, cultura ancestral y mucha, mucha vida...
Sonia Gonzálo se ha ido hasta el lejano Tokio, una de las ciudades más pobladas del planeta. De hecho, sólo en el centro de la capital viven 13 millones de personas. Una cifra extraordinaria para uno de los lugares más exóticos y diferentes de la Tierra.
Sonia, una madrileña de Conde de Casal, dio un giro radical a su vida para irse a vivir a 11.000 kilómetros de distancia. El estudiar japonés en Madrid fue un acicate para ello. Empezamos el paseo en el barrio de Asakusa, uno de los más turísticos de Tokio y zona típica de templos. A Asakusa se entra por la simólica puerta Kaminarimon; Seguimos por Nakamise dori, una calle de 250 metros de largo, llena de tiendas de souvenirs de todo tipo.
Desde allí accedimos al templo Sensoji, visitado anualmente por 20 millones de personas y uno de los momumentos más conocidos de la capital japonesa.
En su paseo, Sonia nos contó muchas curiosidades: como que se venden casas de 6 metros cuadrados con baño incluído, como que es más fácil que te roben la bicicleta a que te roben la cartera o que en la calle está prohibido fumar mientras se está caminando y por eso hay zonas en medio de las calles para fumadores... También alucinamos cuando descubrimos ¡¡una cafetería de buhos!! Allí uno puede irse a tomar un café mientras está con su mascota preferida. Todo por 14 euros la hora. Otro mundo. El remate fue que nuestra madrileña nos llevara a visitar un 'hotel cápsula'. No os lo perdáis.
Adrián, madrileño de Torrelaguna (Sierra madrileña) , decidió venirse a vivir a Tokyo porque desde niño estaba obsesionado con Japón y estudió japonés en España desde que tenía 9 años. Con él fuimos a Shibuya, un barrio de Tokio famoso principalmente por el cruce que hay delante de la estación, el llamado Scramble Kousaten, del que se dice que es el más abarrotado del mundo y utiliza un stop en las cuatro direcciones para permitir a los peatones inundar todo el cruce. 5 millones de peatones al día lo transitan. Allí mismo conocimos la estatua y la historia de Hachiko, un perro japonés recordado por su lealtad a su amo.
El salón de los terremotos de Ikebukuro fue nuestro primer objetivo. Ikebukuro Earthquake Museum, es un lugar donde se puede vivir una simulación de un terremoto de 7 grados. Además, te enseñan técnicas de supervivencia en el caso de haber un terremoto y algunas nociones básicas de socorro. Después nos fuimos hasta la estación de tren de Shinjuku, que cuenta con hasta 200 entradas y salidas. Os enseñamos todo lo que tiene dentro. De ahí fuimos a su casa donde nos encontramos con Germán, el hermano de Adrián que trabaja allí en la televisión pública japonesa, divulgando el castellano.
El barrio de Akijabara fue nuestro siguiente destino. Este barrio se convirtió, después de la II guerra mundial, en un mercado negro de componentes electrónicos. Allí la tecnología está en un altar para miles de jóvenes que conviven con ella las 24 horas del día, o con casos como los de Hatsune Miku, la cantante más famosa de Japón, que resulta ser un holograma... Del barrio tecnológico por excelencia fuimos a la zona más cara de Tokio: Ginza, es el barrio de la moda de lujo, una especie de "Milla de Oro" japonesa.
Como no podría ser de otra forma, terminamos nuestro recorrido visitando el típico karaoke japonés, el método de entretenimiento por excelencia en Tokio.
Carla, madrileña de la calle Alcalá, llegó a Tokyo de vacaciones en 1987 y desde entonces ha hechado raíces en el país nipón. Nos llevó nada más empezar a la calle Takeshita, una calle peatonal llena de tiendas de moda para delicia de los y las más jóvenes, que suelen pasear por sus calles con ropas extravagantes.
Cambiando de registro, Carla nos llevó hasta la lonja de Tsukiji, el mercado de pescado más grande del mundo. Luego, nos fuimos hasta el templo Meiji, uno de los santuarios sintoístas más populares de todo Japón, dedicado al primer emperador del Japón moderno, el emperador Meiji y su esposa, la emperatriz Shoken.
Terminamos nuestro recorrido en el Palacio imperial de Tokyo, en el corazón de la ciudad y residencia de la familia imperial japonesa.
RECOMENDACIONES DE VIAJE
Documentación: Pasaporte. Desde 2007 los extranjeros deben pasar un control de huellas dactilares y son fotografiados (excepto menores de 16 años, cuerpo diplomático o invitados especiales).
Visado: No es necesario para estancias inferiores a 90 días.
Vacunas: No son necesarias.
Moneda: El yen. El cambio aproximado es de 1 € = 138 Y . No hay restricciones a la libre circulación de capitales.
Seguridad: Los índices de criminialidad en Japón son extremadamente bajos.
Sanidad: La atención sanitaria japonesa reúne los estándares de calidad más avanzados. Es necesario tener un seguro de enfermedad que cubra la estancia, puesto que los precios son muy elevados. En verano pueden producirse casos de intoxicación por ingestión de alimentos crudos, pero no revisten mayor gravedad.
Datos de interés: Japón es una zona de frecuentes terremotos, la mayoría de los cuales no son perceptibles. Entre mediados de agosto y mediados de septiembre los tifones producen lluvias torrenciales y fuertes vientos que no suelen alterar el normal funcionamiento de las grandes ciudades. Osaka se encuentra a 800 kilómetros de Fukushima, de modo que no hay peligro de radiaciones.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}