Culpabilidad, reproches, dudas, sanación y empoderamiento, con un divorcio y la maternidad como inspiración
EFE
La cantante Adele publica '30', su cuarto disco de estudio y uno de los más esperados de 2021, después de seis años de silencio. La artista británica recurre a un sonido clásico, más denso y de tempo más lento, para contar, a modo de redención, sus vicisitudes personales, marcadas por su divorcio de Simon Konecki.
Del matrimonio fallido queda un hijo de 4 años al que Adele trata de explicar a través de este disco "quién soy y por qué elegí voluntariamente desmantelar su vida entera en pos de mi propia felicidad". "Eso le hacía infeliz a veces y es una herida para mí que no sé si alguna vez podré sanar", contó en una entrevista para Vogue.
Así, encontramos 'My Little Love', una de las canciones más honestas y vulnerables de una artista que nos tiene acostumbrada al desnudo emocional y en la que intercala diálogos con su hijo mientras duerme.
Culpabilidad, reproches, dudas, sanación y empoderamiento... El viaje emocional de '30' es una catarsis personal con la que es sencillo identificarse. A diferencia de sus discos anteriores, más viscerales y desgarrados, Adele enfoca sus nuevas composiciones con serenidad y madurez.
Producido entre otros por Greg Kurstin, que repite tras "25", así como por Inflo , hay cierta sensación de querer aproximarse al soul y el R&B que recuerdan a artistas como Barbra Streisand, Ella Fitzgeral o Amy Winehouse.