(Actualizado

Alejandro Sanz ha hecho bailar y disfrutar al entregado público del We Think Centre (antiguo Palacio de Deportes) en el primero de los dos conciertos con los que el artista vuelve a su "casa", a Madrid, para poner el broche a Sirope Vivo, una gira que han visto más de 600.000 personas de España y América Latina en los últimos 18 meses.

Dos recitales con entradas agotadas en los que a Sanz le acompañan sobre el escenario algunas de las personas que "más quiere", como su "hermanita chica" Malú, con quien ha cantado "Desde cuando", o su "compadre" José Mercé, junto al que ha hecho vibrar al Palacio de los Deportes con el ya clásico "Corazón partío".

"Es un gusto y un placer cerrar esta gira 'Sirope', que ha sido increíble, en casa. Es como que todo termina como tiene que terminar", ha dicho Sanz en alusión a Madrid, la ciudad que le vio nacer hace ahora 47 años.

El artista, cuyo nombre coreaban los asistentes ya antes de que se apagaran las luces del Palacio de los Deportes para dar comienzo al espectáculo, ha hecho su aparición a ritmo de "Deja que te bese", su tema junto a Marc Anthony -presente de manera virtual a través de las pantallas gigantes- con el que ha alcanzado el número 1 en listas de trece países.

El "maestro" Miguel Poveda -con quien ha cantado "No me compares"- ha completado la nómina de invitados a este concierto, en el que han sonado muchos de los temas más populares creados por Sanz desde que saltó a la fama en 1991 con el disco "Viviendo deprisa".

El tema que da nombre a ese segundo álbum del artista ha sonado esta noche combinado con otro de sus himnos de juventud, "Pisando fuerte", cuyo marcado acento discotequero ha convertido el We Think Centre en una macro fiesta de música, baile y luces de neón.

Ese ha sido el eufórico ambiente con el que Sanz se ha despedido "hasta siempre" de los asistentes a este recital; un "adiós" que es en realidad un "hasta luego", pues el artista ya ha puesto fecha, a través de las pantallas gigantes instaladas a ambos lados del escenario, al reencuentro con su público: el 24 de junio de 2017.

El colofón definitivo a la velada ha llegado tras dos despedidas en falso. Tras una de ellas, el Sanz más acústico ha aparecido en escena interpretando "¿Lo ves?" solo ante el piano, aunque acompañado en todo momento por la voz de los miles de seguidores que coreaban este tema.

Con la canción siguiente "A que no me dejas", también en acústico, se ha repetido la complicidad entre los "fans" y el músico, que les ha correspondido con un sentido "Que viva Madrid". El artista de "Más", álbum de 1997 que contiene varios de sus temas más populares, se ha servido de la fórmula del popurrí para introducir en su "Sirope" tres de las canciones de ese disco, "Amiga mía" e "Y si fuera ella", además de "Mi soledad y yo".

También ha levantado pasiones "Paradise", esa canción que habla de los "paraísos particulares de cada uno" -Sanz dixit- y que el artista ha interpretado a dúo con una de las integrantes de su banda, Sara Devine, que sustituye a Alicia Keys como voz femenina en este tema.

Junto a Devine y Sanz se han subido al escenario los niños africanos del coro Safari, que ya habían participado en este concierto como teloneros, un papel que también han desempeñado varios ex concursantes de "La Voz", el exitoso programa de Telecinco del que Alejandro Sanz es uno de los "coaches" (asesor).

"Para el próximo año solo espero que estemos más felices, más tranquilos, que nos miremos más a los ojos y que prometamos de todo", le ha deseado el artista a su público en un momento del concierto.

Un bienestar que, a juzgar por el "buen rollo" que han mostrado sobre el escenario, les ha acompañado a él y a su banda -integrada por cinco hombres y cuatro mujeres- durante el año y medio que ha durado este "Sirope Vivo", y que, a buen seguro, volverá a estar con ellos en su regreso a la carretera del próximo verano