Mientras el gentío ultimaba los detalles para esta noche mágica en los aledaños del Teatro Real, dentro, el tradicional concierto benéfico de Reyes, protagonizado este año por Amaral y la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, brindaba un adelantado regalo a los más de 1.700 asistentes que llenaban la sala.
"Buenos días. Se hace un poco raro decir buenos días", ha bromeado Eva Amaral, vocalista del grupo maño que ha sido maestro de ceremonias del concierto matutino organizado por el Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, y que ha comenzado con el tema "Lo que nos mantiene unidos", sencillo de su último álbum de estudio, "Nocturnal" (2015).
Habían conseguido un lleno absoluto en la sala principal del Real -con un aforo de 1.746 localidades-, con familias que han aprovechado el todavía parón invernal de las clases para ver a los de Zaragoza en este concierto cuyos fondos se destinarán a la asociación APROMAR, que trabaja para la integración y acogida de la población reclusa.
Una "bonita manera de empezar 2017", ha reconocido la cantante, ataviada en un vestido de lentejuelas plateado y codo con codo con su compañero, Juan Aguirre, con su sempiterno gorro y guitarra en mano.
Guitarra que ha compartido protagonismo para marcar el ritmo de la mañana con la batuta de Rafael Sanz-Espert, director de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, que "ha vestido" las canciones del grupo con un código musical muy diferente al que suele utilizar Amaral, una sensación "que no se puede describir", según ha comentado la cantante.
Los ochenta integrantes de la banda han acompañado a los artistas invitados en los temas más nuevos de la agrupación, como "La ciudad maldita" -una canción sobre el "triunfo del espíritu humano por encima de la sinrazón", ha matizado Eva Amaral-, "Unas veces se gana y otras se pierde" y "Nocturnal".
Aunque la euforia colectiva ha llegado con "Revolución", un ya clásico del dúo, interpretado tan solo con la armónica de Eva Amaral y la guitarra de Aguirre, tras una apoteósica "Hacia lo salvaje" con los músicos de Sanz-Espert.
No han necesitado tampoco a la orquesta para "Cuando suba la marea", del disco "Hacia lo salvaje" (2011), un tema que la vocalista ha interrumpido para "dedicárselo" a "Rajoy y Aguirre", arrancando, una vez más, el aplauso de la entusiasmada platea.
"Días de verano" ha conseguido calentar la fría y neblinosa mañana madrileña, en la que el grupo de Zaragoza y la banda municipal han compartido "pasión por la música y la emoción" en un escenario erigido en 1850.
El final llegaba con otro de sus sencillos más emblemáticos, "Cómo hablar", aunque el dúo ha deleitado a los presentes con otras tres canciones antes de que se bajase el telón tras una larga ovación a todos los artistas.
El grupo ha despedido con "Nadie nos recordará" el concierto, que había comenzado con un minuto de silencio organizado por el Ayuntamiento de Madrid en repulsa por la mujer presuntamente asesinada a manos de su pareja el pasado 1 de enero en el distrito de Hortaleza.
Aguirre y Eva Amaral, que han vivido una mañana "curiosa" y difícil de explicar acompañados por instrumentos como oboes, saxofones, trompetas o contrabajos, han agradecido poder formar parte de esta cita de carácter benéfico.
Una faceta, la solidaria, que ya es conocida en los maños: aparte de haber participado en espectáculos filantrópicos, donaron los 30.000 euros del II Premio Nacional de Músicas Actuales que consiguieron en 2010 a la Fundación Vicente Ferrer, dedicada a mejorar las condiciones de vida de los intocables de la India.