Cuando Ángela Channing reinaba en España y en Falcon Crest

El 7 de enero de 1985, TVE1 emitía el primer capítulo de "Falcon Crest". Y ya nada volvería a ser lo mismo a la hora del café sin los dardos envenenados de Ángela Channing.

En nuestro país, se convirtió en un auténtico fenómeno social. Cada nuevo capítulo conseguía que miles de hogares quedaran paralizados, con todos sus habitantes pendientes de la pantalla que les mostraría las andanzas vinícolo-amorosas de los personajes.

Falcon Crest no era una teleserie más sobre sexo, dinero y poder. Era el folletín con mayúsculas convertido en serial televisivo. Estereotipos y exaltación de los sentimientos para una serie que aportó un nombre propio más a nuestra lista de malvados favoritos.

“Los sueños de mi padre sobre Falcon Crest se hicieron de Jason y míos. Ahora que ya no está, la responsabilidad de que esos sueños se hagan realidad recae en mí” decía Ángela Channing en el funeral de su hermano. Toda una declaración de intenciones desde el episodio Piloto.

Falcon Crest se estrenó en diciembre de 1981 en EE UU y no llegaría a España hasta cuatro años después, lo que permitió que hubiese material suficiente para emitirla a diario en las sobremesas de TVE1.

La serie narraba la historia de unos viticultores californianos, los Channing y los Gioberti, y su lucha por el control de una bodega situada en el Valle de Tuscany, nombre ficticio de esta teleserie ambientada en el californiano Valle de Napa. Cosas de familia.

“Esto no es una familia, es un nido de víboras” decía Julia Cumson, la hija mayor de Ángela antes de transformarse en una psicópata asesina en el recordado final de su segunda temporada.

IMPACTANTES CLIFFHANGERS

Y es que ‘Falcon Crest’ consiguió hacerse fuerte con el uso de los cliffhangers al final de cada temporada. Siempre había un impactante giro esperando en el último capítulo. El listado no tiene desperdicio: desde un accidente aéreo hasta un terremoto, pasando por explosiones de bombas o entierros en los que se desconocía la identidad del finado, enigma por el que debíamos esperar al inicio de una nueva temporada para conocer su resolución.

La serie, con 9 temporadas y 227 capítulos, no tuvo especial éxito en EE UU si la comparamos con sus competidoras como “Dinastía” o “Dallas”, pero sí funcionó bien en Europa. En especial, en España.

La lista de actores y personajes icónicos es interminable en Falcon Crest, desde Ángela Channing (la inolvidable Jane Wyman) a Chase Gioberti (Robert Foxworth), pasando por Lance Cumson (Lorenzo Lamas, el rey de las camas) o el insustituible y leal mayordomo chino Chao-Li.

Ángela no perdía tiempo para amenazar a Melissa con cortarle el grifo o deshederarla: “Tienes exactamente un minuto. Ya han entrado en razón los demás cosecheros y ahora es tu turno. ¿Y si decido no firmar?. Serás la reina de las pasas del Valle de Tuscany, déjalo en mi mesa Melissa querida” (Episodio 2.22 “Clímax)

Y no nos olvidemos de Richard, un rival a la altura de la despótica matriarca de Falcon Crest. Richard Channing (David Selby) es un villano inolvidable a ratos cruel y a ratos capaz de mostrar una dulzura y ambigüedad inusitada, especialmente en su relación con Maggie (Susan Sullivan). Richard acabará convirtiéndolo en uno de los favoritos de la audiencia y en el protagonista absoluto de la serie en su última temporada, cuando la enfermedad de Jane Wyman la apartó indefinidamente de los rodajes.

GRANDES ESTRELLAS INVITADAS

La mítica sintonía pertenece al oscarizado Bill Conti, autor del tema principal de Rocky y también de otras series como “Dinastía” o “Los Colby”.

"Falcon Crest" acrecentó su fama y su gloria con grandes estrellas invitadas de la realeza de Hollywood como Lana Turner, Gina Lollobrígida, Úrsula Andress, Leslie Caron, Eddie Albert o Rod Taylor. Algunas más momificadas que otras, pero envueltas en esa aureola de divismo y glamour que sólo acompaña a los más grandes.

Fue tal el fenómeno social generado por la serie que muchos artistas del momento como Hombres G acabaron aludiendo a ese fenómeno en el tema “No, no, no”: “Por eso no, no te quiero ver. Prefiero quedarme en casa viendo Falcon Crest".