La aparición sobre el escenario de Beyonce Knowles, minutos después de sorprender al mundo con el anuncio de su embarazo, eclipsó por completo el triunfo de Katy Perry en la 28 edición de los MTV Video Music Awards, una gala que contó con un sentido homenaje a la difunta Amy Winehouse.
Knowles desveló la noticia en la alfombra roja previa al evento, celebrado en el Teatro Nokia de Los Ángeles (EEUU), y, tras la explosión que supuso en las redes sociales, saltó a escena con un esmoquin para interpretar la canción "Love on Top".
Al concluir su actuación, Beyonce se desabrochó la chaqueta púrpura que portaba y se acarició la barriga con una gran sonrisa en su rostro. Su esposo, un jubiloso Jay-Z, recibía en ese momento las felicitaciones de artistas como Kanye West o Lady Gaga.
Fue sin duda la imagen de la ceremonia más allá del broche final, con el premio al mejor vídeo del año para Perry por "Firework". "Me siento muy orgullosa de esta canción", declaró. "Creo que hago algo bueno cada vez que la canto. Gracias a todos los que me ayudaron a crearla", añadió la triunfadora de la noche.
El momento más íntimo llegó con el tributo recibido por Winehouse, presentado por su colega Russell Brand. "Era un genio", afirmó el esposo de Katy Perry, quien explicó que al conocerla por primera vez le pareció "una chica ordinaria con un pelo extraordinario", pero que tras escuchar cómo cantaba, supo al momento que era un talento único.
Su discurso fue continuado por el mítico Tony Bennett, quien mostró unos segundos del dueto que realizó con Winehouse poco antes de que la cantante británica falleciera en julio, y por Bruno Mars, que hizo vibrar al público con una versión de "Valerie", uno de los éxitos de Winehouse.
Perry, además del premio al vídeo del año, se hizo con otros dos galardones: el de mejores efectos especiales y el de mejor colaboración, ambos por "E.T.", junto a Kanye West.
Por su parte la británica Adele se alzó también con tres premios: mejor edición, mejor dirección artística y mejor fotografía por el vídeo de su célebre canción, "Rolling in the Deep".
Lady Gaga cosechó dos estatuillas: mejor vídeo con mensaje y mejor vídeo femenino, ambos por "Born This Way". "Gais, heterosexuales, bisexuales, lesbianas, transexuales... nacisteis así", dijo la artista.
Beyonce Knowles ganó el de mejor coreografía por "Run the World (Girls)", y Justin Bieber consiguió el trofeo al mejor vídeo masculino por "U Smile". El adolescente canadiense, que ofreció un nuevo aspecto con gafas, dio las gracias a Dios y a Jesús por haberle bendecido con su talento musical.
Foo Fighters se llevó el mejor vídeo de rock por "Walk", en tanto que Nicki Minaj consiguió el galardón al mejor vídeo de hip-hop con "Super Bass", y Tyler The Creator fue nombrado mejor artista novel.
Artistas como Gaga, Jay-Z y Kanye West, Pitbull y Ne-Yo, Adele, Lil Wayne, Young the Giant o un acrobático Chris Brown (vestido de blanco y volando como un ángel, en lo que algunos señalan como su redención a los ojos del público tras la agresión en 2009 a Rihanna), actuaron a lo largo de las dos horas y media que duró el evento.
La gala comenzó con la aparición de Lady Gaga travestida en la piel de un alter ego llamado Jo Calderone, a medio camino entre el John Travolta de "Grease" y un mafioso de las películas de Martin Scorsese, cuyo monólogo irónico versó en torno a la popularidad de la célebre artista y causó estupor entre las celebridades de la primera fila.
A continuación y mientras tocaba al piano "You and I" acompañada por Brian May, guitarrista de Queen, abrió una lata de cerveza y lanzó el líquido al público, para resbalar poco después en plena actuación, aunque sin mayores sobresaltos.
En el ecuador de la ceremonia, Gaga volvió al escenario vestida como Calderone para presentar el premio Michael Jackson Video Vanguard Award a la carrera de Britney Spears, que previamente se hizo con el primer galardón de la velada: el de mejor vídeo pop, por "Till the World Ends".