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Aunque pudiera resultar profético en unas letras que hablan de "guerra civil entre hermanos", el inminente nuevo álbum de estudio de Bunbury, titulado "Expectativas", no constituye una reflexión sobre los últimos acontecimientos políticos españoles. Es más, su autor los ha rehuido a conciencia, según dice.

"No sigo la política internacional, ni la de ningún país concreto. Me aburre y no me interesa. La política de aquí y de allá está infectada por personajes de una ruindad que no merece ni nuestra atención, ni nuestra conversación. Menos aún, una canción. La música es sagrada", sentencia el músico en una entrevista con Efe a través del correo electrónico.

Su respuesta llega al ser preguntado por la posible relación entre el conflicto secesionista en Cataluña y el mensaje de "La ceremonia de la confusión", en realidad una "canción global", precisa, y uno de los temas más emblemáticos del citado "Expectativas" (Warner Music), que se publica este viernes.

Frente a todo ello, en cortes como "Bartleby", en el que se inspira en el personaje del relato de Henry Melville, aboga por la "insumisión social" para "no participar de todo este embrollo" y "alejarte de las exigencias de la sociedad".

"Personalmente, admiro mucho esta opción, soy consciente del valor que exige y hoy más que nunca creo que existen razones de peso", subraya.

En temas con un punto más irónico y lúdico como "Lugares comunes, frases hechas" previene además frente a "a la información que nos llega" en un mundo de titulares raudos y frases gruesas que alimentan las redes sociales.

"¡No repitamos como monas lo que leemos en cualquier periódico o lo que dice un tertuliano de segunda regional!", exclama Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967), justo después de pedir con la misma intensidad que "defendamos la libertad de expresión, aunque lo que se exprese no sea de nuestro agrado".

Puestos a dejar las cosas claras (si bien se muestra abierto a interpretaciones libres), cuando habla de "guerra civil entre hermanos" en la canción "Cuna de Caín", alude en realidad a una "relación vampírica y dolorosa entre dos personas que deben alejarse para poder crecer y reconocerse en sí mismos", explica.

Líricamente se perciben dos momentos que permiten entender mejor el nombre de un disco que abunda en un primer momento en la disensión o, como él señala, "por un proceso de rechazo y disconformidad".

En la segunda mitad, sin embargo, "se concreta el bastón, el oasis entre la mierda" gracias a canciones como "Mi libertad", "Bartleby", "Al filo de un cuchillo", "La constante" y "Supongo", "canciones en las que el amor, el arte y la contemplación se muestran como el último reducto de la belleza".

Porque, insiste, esas "expectativas" a las que se refiere el título de su noveno disco de estudio son "exclusivamente musicales".

"Después de años de búsqueda, aprendizaje y evolución, llevo una temporada en la que mi obsesión es permanecer en el momento", afirma ante el que considera "el disco más contemporáneo" que ha grabado hasta la fecha "junto con 'Radical Sonora'" (1997).

Así se percibe desde los primeros segundos de escucha, en unos apuntes eléctricos que de primeras contrastan con el carácter más orgánico del previo "MTV Unplugged. El libro de las mutaciones" (2015), pero que en su opinión entroncan con el sonido conseguido tanto en ese disco (donde ya había capas de sintetizadores analógicos) como en "Palosanto" (2013), su último álbum de estudio.

"Expectativas" vendrá acompañado de la gira "Ex-Tour 17-18", para la que ya se han anunciado las primeras fechas. Arrancará el 2 de diciembre en el Palacio de los Deportes de Santander y continuará el día 6 de ese mes en la sala Razzmatazz de Barcelona y en el WiZink Center de Madrid el día 8.

Proseguirá el 10 de diciembre en Sevilla (FIBES), el 14 en Valencia (Palacio de Congresos) y el 16 en su tierra, Zaragoza (Pabellón Príncipe Felipe).