Una función de teatro es mucho más que actores sobe el escenario. Una representación requiere técnicos y personas especializadas para que al alzar el telón estén presentes todos los elementos escénicos.
Regidor, maquinistas, utilero, sastrería, iluminación o maquilladores, trabajan antes, durante y después de cada representación. Desde el patio de butacas no lo vemos, pero lo disfrutamos.
Una obra en escena es una especie de coreografía a diario en la que cada segundo de función está tasado, con acciones concretas, para que el texto, la música, la iluminación, los cambios de decorado o el vestuario se ajusten en el debido momento.
Cada función de teatro tiene un poco de magia, pero sobre todo mucho trabajo de muchas personas.