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Daniel Day-Lewis tenía poco más que una estatua y unos pocos discursos para trabajar cuando accedió a interpretar a Abraham Lincoln. Pero su proceso de inmersión en el personaje fue tal que acabó mandando mensajes de texto a sus compañeros hablando como el presidente estadounidense.

Para cuando comenzó la producción de la película 'Lincoln' de Steven Spielberg, el actor británico estaba tan inmerso en el personaje que se relacionaba con sus compañeros de reparto como el presidente de la Guerra Civil estadounidense.

"No sabía nada sobre él", dijo Day-Lewis, de 55 años, en la presentación de 'Lincoln', que verá la luz en los cines estadounidenses este viernes 9 de noviembre.

"Tenía que aprenderlo todo y además de unas cuantas imágenes, una estatua (...), unas pocas líneas del primer discurso inaugural y otras del Gettysburg, ese sería todo mi conocimiento de la vida del hombre", añadió.

El doble ganador de un Oscar admitió que tuvo dudas para aceptar el papel. No quería "ser el responsable de manchar irrevocablemente la reputación del mejor presidente que este país ha conocido".

A pesar de sus dudas, el trabajo de Day-Lewis ya ha sido aclamado y es uno de los claros candidatos a los Oscar. Un galardón que podría añadir a sus premios de la Academia al mejor actor por su interpretación de un avaricioso magnate del petróleo en 'Pozos de ambición' (2007) y por su papel como un escritor tetrapléjico en la cinta de 1989 'Mi pie izquierdo'.

De momento, las primeras críticas son más que favorables. La página web Cinema Blend calificó su actuación de "impecable y sorprendentemente comedida", mientras que Indiewire escribió que "la fuerza motivadora de 'Lincoln' pertenece a su protagonista, cuya presencia en pantalla es maravillosa incluso cuando no dice nada".

Day-Lewis es conocido por su exhaustiva preparación y por entregarse completamente a sus personajes, incluso cuando las cámaras no están rodando. Y 'Lincoln' no fue una excepción.

MENSAJES CON LENGUAJE DEL S. XIX

Sally Field, que interpreta a Mary Todd Lincoln, recordó como el hombre que interpretaría a su marido en la ficción le mandaba mensajes "totalmente (metido) en el personaje" durante el periodo de siete meses previo al rodaje de la película.

"(Eso) era difícil porque teníamos que averiguar cómo decir lo que queríamos decir dentro de la lengua vernácula de esa época", dijo Field a periodistas.

La cinta se centra en los últimos meses de la vida de Lincoln. La Guerra Civil sigue abierta y el presidente lucha contra facciones dentro de su propio Gobierno, además de con otras fuerzas políticas en el Congreso, para aprobar la Decimotercera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos que abolía la esclavitud.

Aunque sus esfuerzos para aprobar la Decimotercera Enmienda a finales de 1864 y principios de 1865 son protagonistas de la película, esta también ahonda en la vida de Lincoln en su casa con su mujer y sus hijos Robert (interpretado por Joseph Gordon-Levitt) y Tad (Gulliver McGrath).

Spielberg dijo que la película nunca pretendió ser una biografía de Lincoln. "Necesitábamos centrarla en un presidente trabajador y un padre y marido", explicó el director.

"No puedes hacerlo como si se tratase de los grandes éxitos de Abraham Lincoln. Habríamos sido poco profesionales como directores y actores. Habríamos estado tocando todos lo puntos álgidos y eso solo te da titulares y ningún sentido de la profundidad de este personaje, este hombre", añadió.

Gordon-Levitt dijo que no había llegado a conocer a Day-Lewis hasta después de la producción a pesar de las numerosas escenas que compartieron.

"Nunca conocí a Daniel en persona", dijo. "Solo conocí al presidente, solo había oído la voz del presidente. Le llamaba señor y él me llamaba Robert".

Después del último día de rodaje, el reparto salió por la noche para celebrarlo "y esa fue la primera vez que conocí personalmente a Daniel", dijo Gordon-Levitt.

"Apareció en vaqueros y con una camiseta y tenía un voz y una postura completamente diferente", explicó el actor. "Era como uno de mis amigos. Ese tipo de artista moderno, tomando una Guinness, riéndose y pasándolo bien".