Depeche Mode triunfa en Madrid... a ritmo de flamenco
Tras esta parada en Madrid, que se repetirá el jueves 14 de marzo, Depeche Mode atracará en el Palau Sant Jordi de Barcelona el día 16 y en el BEC! de Bilbao el 21 de este mismo mes.
Depeche Mode ha regresado a Madrid para ofrecer en el tramo invernal de su gira un concierto que ha quedado para la memoria, con taconeo flamenco incluido, y que ha constatado que el grupo está muy vivo.
Más de 15.000 personas, el aforo íntegro del Wizink Center, lo han constatado ante el ahora dúo conformado por Dave Gahan y Martin Gore desde la muerte inesperada en 2022 de su compañero Andrew Fletcher, al que está dedicado en buena medida el álbum que da nombre al "tour", 'Memento Mori' (2023).
De él han sonado cuatro cortes en las más de dos horas de concierto y casi dos docenas de canciones de un repertorio que les ha permitido visitar asimismo muchos de sus 15 discos de estudio desde aquel 'Speak & Spell' (1981), el que contenía 'Just Can't Get Enough', especialmente 'Music for the Masses' (1987) y 'Violator' (1990).
Acompañados de Christian Eigner a la batería y Peter Gordero en los sintetizadores, el show ha arrancado puntual a las 21:30 horas con la etérea y a la vez árida 'My Cosmos Is Mine', cantada casi en la misma penumbra con la que el cuarteto ha irrumpido sobre el escenario.
La más melódica 'Wagging Tongue' ha sonado balsámica inmediatamente después por contraste, también porque con ella se ha activado una lluvia de haces de luz que ha recordado cuánto se pierde a veces de un espectáculo en los formatos de festival como en el que se vio esta gira el pasado verano.
No ha habido que esperar más para iniciar el viaje en el tiempo. Primero al disco 'Songs of faith and devotion' (1993) con un 'Walking In My Shoes' que ha despertado los coros espontáneos del público y el primer gran aplauso de la noche.
Ante imágenes de burros paseando por la costa sonaba entonces 'It's No Good' y Gahan empezaba a girar sobre sí mismo como un derviche elegante y teatral, con su traje negro de chaleco, liberado ya de la chaqueta, para poder explayarse en la gestualidad corporal ampulos que lo han convertido en un "entertainer" único.
Son esa actitud y sus icónicos registros graves una fuerza que impulsa aún más lejos cortes de por sí históricos como 'Policy of Truth', mientras se desliza hacia el suelo con el pie del micrófono entre las piernas y una mirada procaz.
Una bailaora para 'Enjoy The Silence'
No ha habido grandes palabras más allá de los consabidos "¡Muchas gracias, Madrid!". Ni falta que ha hecho, ya hablaban sus canciones, como el brillo oriental y ochentero de los sintes de 'Everything Counts', alargado por el público en un karaoke sin fin.
Allí asomaba por primera vez como vocalista Martin Gore, que ha asumido todo ese protagonismo poco después en un formato más acústico y cálido (alejado de la electrónica que parece inseparable de Depeche Mode) para interpretar 'Strangelove' y 'Heaven'. "Una voz maravillosa y angelical", ha suscrito su compañero.
Ante la M gigante de su escenografía que remite a la inicial de su actual álbum ha sonado entonces el gran tema del mismo, 'Ghosts Again', destinado a perdurar entre sus joyas sin desentonar y a recordarnos que la mortalidad es solo un acicate para vivir más intensamente.
'I Feel Love' en el ecuador ha iniciado un descenso vertiginoso hacia un segundo tramo con cortes como un 'A Pain That I'm Used To' (para el que han dado entrada a su ecuación a un elemento nada común de su fórmula como es el bajo), o un 'Behind the Wheel' dedicado a Andy Fletcher (con el fondo de las hipnóticas imágenes en blanco y negro rodadas hace casi 40 años por Anton Corbjn para el videoclip).
'Black Celebration', 'Stripped' y 'John The Revelator' han quedado entonces más como un trámite necesario hacia la vorágine final anticipada, justo antes de los bises, por un 'Enjoy The Silence' que ha sido la auténtica sorpresa de la velada (puede que de la gira) al incorporar como broche el taconeo de la bailaora Belén López.
Entre el estupor, los "oés, oés" y algo de incredulidad por este guiño a la cultura española aún ha vuelto el grupo a escena para abordar el broche definitivo con la evocadora 'Waiting For The Night', la vivaz 'Just Can't Get Enough', 'Never Let Me Down' y, cómo no, la imprescindible 'Personal Jesus'.
Tras esta parada en Madrid, que se repetirá el jueves 14 de marzo, Depeche Mode atracará en el Palau Sant Jordi de Barcelona el día 16 y en el BEC! de Bilbao el 21 de este mismo mes.
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