El Archivo Histórico de la Nobleza, ubicado en Toledo y dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, ha descubierto seis cartas inéditas escritas por Sorolla (1863-1923), unos manuscritos que incluyen bosquejos y notas sobre retratos que el artista valenciano estaba pintando en ese momento y completan la documentación custodiada en el Museo Sorolla, donde se conservan las respuestas remitidas por Mariano Miguel Maldonado Dávalos, VII conde de Villagonzalo (1851-1921).
Entre recibos y facturas del agua
Según informó Cultura, el hallazgo se produjo en el marco de los trabajos técnicos previos a la digitalización de los condes de Villagonzalo, al que pertenecen las cartas y sus sobres. El descubrimiento de las misivas ha sido una serendipia, ya que éstas se encontraban entre justificantes y recibos domésticos, como impuestos y facturas de agua, teléfono, alimentación y peluquería.
Podrán visitarse desde el domingo 8 de octubre
Los ciudadanos podrán ver por primera vez algunas de estas cartas a partir de este domingo en el Archivo Histórico de la Nobleza, con motivo de la exposición ‘Mujer, Nobleza y Poder’, que se presenta mañana en Toledo. Esta muestra estudia la vida cotidiana de importantes mujeres de la historia de España, y en ella las cartas de Sorolla se expondrán en el contexto del mecenazgo, del que se beneficiaron otros maestros de la pintura, como Francisco de Goya.
Sobre Alfonso XIII y Victoria Eugenia
Una de las esquelas, fechada el 5 de julio de 1907, contiene los croquis de la pareja de retratos que Sorolla realizó ese mismo año a los reyes Alfonso XIII (1886-1941), con uniforme de húsares, y Victoria Eugenia de Battenberg (1887-1969), con mantilla, en los jardines de La Granja. El pintor valenciano acompañó cada boceto con notas sobre la dificultad del proceso y la personalidad de la reina.
Otro de los documentos descubiertos contiene menciones al retrato a María Luisa Maldonado (1888-1947), hija del conde de Villagonzalo. Para Sorolla el lienzo fue un encargo importante, como lo atestigua el hecho de que lo llevara a la exposición de 1908 en Londres, lo que le ayudó a aumentar su reputación internacional. En su correspondencia con el conde dejó constancia de cómo se desarrollaron las citas de posado con su hija y fijó el precio de la obra: 20.000 pesetas.
Al margen de aspectos puramente comerciales, el pintor valenciano registraba en sus cartas muestras de afecto y consignaba confidencias, en tono jocoso, en torno a las críticas que ciertos clientes hacían de su trabajo. Las respuestas a estas misivas que conserva el Museo Sorolla reflejan cómo su interlocutor le aconsejaba que ignorara los comentarios hacia sus pinturas y que pintara como considerara “justo y correcto” al margen de cualquier tipo de influencia.
Las cartas también permiten ahondar en la amistad que Sorolla mantuvo con la élite social de su época y constituyen “una valiosa fuente para la investigación en torno al proceso creativo de Sorolla y en torno sus retratos, considerados un capítulo esencial de su evolución pictórica y de su relación con los maestros de la pintura española”.
A nivel cronológico, la documentación se incardina con una etapa en la que Sorolla disfruta de reconocimiento internacional tras haber conocido el éxito con numerosos géneros pictóricos.