El Museo Gran Vía 15 abre sus puertas la próxima semana para revolucionar el concepto tradicional de museo. En este nuevo espacio cultural, en el que conviven pasado, presente y futuro, los visitantes podrán sumergirse en el arte contemporáneo a través de instalaciones artísticas únicas en Europa, comprar productos gastronómicos, de decoración o moda de artistas locales y, además, disfrutar de uno de los lugares con más historia del corazón de la Gran Vía madrileña: la antigua sede de la prestigiosa Joyería Aldao.
Más de 100 años después de que la familia Aldao abriese sus puertas, un colectivo multidisciplinar hace lo mismo con un proyecto distinto, pero también cargado de identidad. “Queremos traer al número 15 de una de las calles más emblemáticas de la ciudad un espacio cultural dedicado al arte contemporáneo, en el que ofrecer una experiencia atractiva y de consumo accesible para todos los públicos, con el objetivo de enriquecer a las personas, aumentar su creatividad y ampliar la oferta cultural de Madrid”, explicó Nacho Blumen, brand manager y director creativo de Museo Gran Vía 15.
Esta nueva propuesta, que combinará instalaciones artísticas vinculadas al arte contemporáneo con un showroom en el que se podrán comprar objetos comisariados, todos ellos de producción nacional, arrancará con ‘Walking Live’. Se trata de la primera exposición en solitario de Okuda San Miguel; una instalación interactiva en la que el artista contemporáneo propone al espectador un recorrido por 6 zonas en las convertirse en parte de su obra.
Historia y futuro
“La importancia de nuestra ubicación no reside sólo en la popular calle, sino también en lo especial de su emplazamiento concreto del número 15: un edificio histórico diseñado en 1917 que guarda en nuestro local la belleza y la historia de la prestigiosa platería de López y Fernández, actual Aldao, siendo uno de los pocos comercios que hasta hace escaso tiempo conservaba en su emplazamiento original y cuya historia es un legado a conservar”, matiza Blumen.
Otro de los alicientes de la visita será el poder disfrutar del arte más vanguardista desde la que fue sede de estos joyeros durante 100 años, conocidos también por surtir a la Casa Real española. Un lugar con herencia que conserva suelos y mármol de la época, y que pone a disposición de los visitantes dos estancias que antes no eran accesibles al público: el despacho familiar y la antigua cámara en la que se guardaban las joyas más valiosas. Espacios que se dedicarán a recoger la historia de la familia Aldao y también la de los distintos artistas que pasen por el Museo Gran Vía 15.