Emma Suárez ha conseguido lo que solo había ocurrido en otra ocasión y hace casi treinta años, es decir doblete de premios Goya, por un papel protagonista Julieta y otro de reparto (La próxima piel). "No doy crédito", aseguraba feliz a los periodistas.
"¡Qué noche tan especial!. Estoy muy feliz, muy emocionada es muy difícil conseguir un Goya, así que imagínate conseguir dos, por dos películas que he tenido el privilegio de trabajar en ellas, dos películas muy diferentes, por dos madres, Julieta y La próxima piel... No doy crédito", aseguraba la actriz madrileña.
"¿Sabes que significa esto?. Que hay que hacer películas, que hay que hacer cine, merece la pena seguir luchando por nuestros sueños, aunque nos lo pongan difícil, porque eso nos obliga a no renunciar a una lucha que nos permita vivir con dignidad, seguir haciendo películas", ha dicho.
Ha reiterado, como ya había hecho al recoger el primero de sus premios, que le parecía "increíble" que solo el 8% de los actores puedan vivir de su trabajo: "hay que apoyar al cine", ha reclamado. Suárez ha dado las gracias a Pedro Almodóvar porque siempre escribe papeles importantes para mujeres, "personajes con entrañas, que te obligar a romperte a descubrir a trabajar; es maravilloso, es lo que todas las actrices sueñan".
Sobre La próxima piel, de Isaki Lacuesta e Isa Campo, ha reiterado que tardaron diez años para poder financiar esta película, que habla "habla de la necesidad de amar".
En la historia de los premios, solo en una ocasión ha habido un doblete como el que ha protagonizado Suárez esta noche: en 1988 con Verónica Forqué, que ganó el de actriz protagonista con La vida alegre, y el de mejor secundaria por Moros y cristianos. Con la doble nominación de este año la actriz ha sumado seis candidaturas al Goya en su carrera, que ganó por primera vez en 1997 con El perro del hortelano de Pilar Miró.