¿Qué harían si les tocara un premio de 140 millones de euros? Eso es precisamente lo que le pasa a la protagonista de Felices 140, la nueva película de Gracia Querejeta. Maribel Verdú y Gracia Querejeta vuelven a los cines españoles con Felices 140, un repaso a la condición humana que deja al descubierto lo peor de las personas cuando el dinero (mucho dinero) está de por medio.
Con esta película, confiesa a Efe la actriz madrileña, "he sentido una decepción tremenda al ver lo malo que puede ser el ser humano, porque creo que en momentos así la gente reacciona de esta manera".
Verdú habla de la traición que sufre su personaje después de que el azar le otorgue un premio de 140 millones de euros y de cómo un fin de semana de celebración para compartir la noticia con sus amigos y su familia se convierte en un destino nefasto."Sin olvidar que la realidad siempre supera la ficción: el dinero lo envilece todo y la gente, por dinero, es capaz de cosas terribles", añade la actriz.
Verdú, Querejeta y parte del elenco de la película hablaron con Efe de este largometraje, el séptimo de la directora, que se estrena el próximo viernes en cines de toda España.
"No se me ocurre ningún otro elemento que sea capaz de provocar de tal manera que todo vaya mal. No hay nada por lo que uno se pueda pelear más que el por el dinero", opina Querejeta, a lo que Verdú agrega: "O por la religión", aunque las dos se echan a reír cuando se les menciona el amor."¿El amor? El amor está en quinto lugar", dice irónica Verdú; "el amor está en el aire", remata Querejeta con una sonrisa descreída.
Es la tercera vez que trabajan juntas, tras Siete mesas de billar francés y Quince años y un día, pero se conocen desde hace casi diez años; son amigas, y se nota cuando se sientan para atender a los periodistas y acaban hablando de sus cosas, olvidadas de cámaras y grabadoras. "Nos regañan en los rodajes", confiesa Querejeta.
Felices 140 es "heredera de la crisis y de un problema social y económico en el que todos nos vimos envueltos en este país", explica Querejeta, quien puntualiza que nunca quiso personajes "en el límite de la subsistencia; ni al borde de un desahucio, ni enfermos terminales", de modo que "no hubiera nada que justificase lo que hacen", añade Verdú.
"Yo no conozco a nadie que no quiera dinero, todos lo queremos; a qué precio -se pregunta la directora de Hécto"- es lo que investiga la película", resume.
Verdú, que acaba de posar desnuda para una revista y está radiante a sus 44 años, se acordaba de haber coincidido con Antonio de la Torre en una serie de televisión de bomberos, "tremenda", dice, y mejor recuerdo tiene de Eduard Fernández, a pesar de que trabajaron juntos en una película en la que nos les pagaron; se estrena con Marian Álvarez y Nora Navas en un reparto que acumula goyas.
"Es un grupo de amigos que se ve en una situación límite donde tienen que elegir entre la generosidad y el aprecio hacia el otro o tomar una decisión en beneficio propio; gente normal de clase media y media alta que no actúa así por necesidad, pero la situación es suficientemente golosa como para cambiar el rumbo de sus vidas", resume De la Torre.
Su personaje es la pura imagen de la falta de escrúpulos y de la codicia; violento y egoísta, el sevillano lo defiende, convencido de que actúa así "porque hace lo que considera justo; tiene mala suerte y cree que se ha esforzado mucho y que la vida le debe una recompensa".
Esa misma idea tiene el resto de los convidados, asegura Álvarez, que pone el acento en el azar, "que importa mucho en esta película. Hay que verse en algunas situaciones, nadie es bueno o malo porque sí, depende de quién los mire y cómo se mire, y la línea es muy fina", advierte la protagonista de La Herida.
Martina (Navas) y Ramón (Fernández), los personajes que viven una situación más insegura, acusan a la premiada de falta de generosidad, aunque reconocen que "no le dan tiempo". Pero ambos opinan que la situación habría sido otra si la ganadora "hubiera dicho en algún momento que lo iba a compartir de alguna manera".
Para Fernández, su personaje es el único que tiene algo de bondad, aunque "lo confunde a veces con intentar contentar a todos; cada personaje es como es": demasiado próximos a cualquiera de nosotros. Completan el reparto Alex O'Dogherty, Ginés García Millán, Marcos Ruíz y Paula Cancio.