La Feria del Libro rinde homenaje a Carmen Martín Gaite, su 'icono'

Hacía 15 años que Ana Martín Gaite no visitaba la Feria del Libro de Madrid, exactamente los que hace que murió su hermana Carmen, autora de Entre visillos y otras muchas obras que hicieron de ella un "icono" de esta cita literaria que consideraba su "fiesta" y donde se le ha rendido homenaje.

"Me daba vértigo venir sin ver a Carmen en una caseta firmando", ha asegurado su emocionada hermana, albacea del legado de la escritora salmantina, que nació en 1925 y murió en Madrid el 22 de julio de 2000, durante el acto de homenaje que se ha celebrado en el Parque de El Retiro de Madrid.

Para Carmen Martín Gaite, la Feria del Libro era "su fiesta", el momento en el que se encontraba "cara a cara" con sus lectores, un acontecimiento para el que, ha recordado su hermana, se compraba vestidos.

En la feria "arrasaba" y era, junto con Antonio Gala, el autor que más colas tenía de lectores esperando para que les dedicara uno de sus libros, dice Ana, que asegura que lo que más echa de menos es su vitalidad: "Empujaba, hacía vivir, y eso se nota. Aunque toda la familia era vital, Carmen era avasallante. Se apuntaba a un bombardeo".

Pero a pesar de parecer "muy extrovertida, era en realidad un poco hermética", dice su hermana que agrega: "Era muy original; no se lo hacía, nació original".

Autora de "Lo raro es vivir", "Nubosidad variable", "La reina de las nieves", "Caperucita en Manhattan", entre otros muchísimos títulos, ganadora de premios como el Nadal, Café Gijón, Anagrama, Nacional de las Letras o Príncipe de Asturias, Carmen Martín Gaite "era una estudiosa nata" y "empujaba a todos al estudio".

Un legado que su hermana Ana y el editor y experto en la autora José Teruel preservan, además de en el archivo de Valladolid, en el Centro de Estudios creado en el domicilio familiar de Matín Gaite, en la localidad de la sierra madrileña de El Boalo.

"Creo que he logrado lo que pretendía, que no se muriera todavía", ha indicado la hermana en el acto de homenaje: "Quería que se siguiera editando su obra, que no se perdiera en la noche de los tiempos como desgraciadamente ha pasado con otros, y tener un recuerdo vivo de ella".

El Centro de Estudios pretende no limitarse a la figura de Carmen Martín Gaite, sino dar una visión global de la cultura de los años 50, de sus escritores, pintores, escultores, arquitectos, que fueron trayendo poco a poco la democracia a España", señala Ana.

José Teruel ha recordado cómo a Carmen Martín Gaite se le notaba "la importancia que concedía al lector", ya que para ella la literatura "era un diálogo abierto con todo el que quería leerla".

Por eso, su cita con la Feria del Libro de Madrid era un acontecimiento que "tenía algo de ritual", una presencia constante hasta poco tiempo antes de su muerte pues estuvo hasta en la edición de mayo de 2000, ya "muy cansada", ha explicado Teruel en este acto en el que la editora de Siruela Ofelia Grande ha destacado el trabajo de Ana Martín Gaite como valedora de la obra de su hermana.

El buen tiempo, con altas temperaturas, ha acompañado el inicio del segundo fin de semana de la Feria del Libro de Madrid, lo que ha permitido la presencia de numeroso público en las casetas instaladas en El Retiro, donde los lectores han podido acercarse a sus escritores preferidos para que les dedicaran sus ejemplares.

Colas en las que se veía mucha presencia de público joven que ha aguardado con paciencia al sol su turno para hablar con autores como Blue Jeans, Albert Espinosa o, especialmente, Andrzej Sapkowski, un escritor polaco de literatura fantástica.

Almudena Grandes, Lucía Etxebarría, Antonio Muñoz Molina, Lorenzo Silva, Luis Landero, Santiago Posteguillo o Marta Rivera de la Cruz son algunos de los escritores que han firmado esta mañana libros en la feria.

Una jornada en la que se ha presentado también la obra "Siete casas", de la escritora argentina Samanta Schewblin, una reflexión sobre la imposibilidad de las relaciones familiares que ha obtenido el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.