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A falta de un día para que la Feria del Libro de Madrid diga adiós hasta el año que viene, editores, autores y libreros del mundo del cómic gritan a los cuatro vientos que darse un paseo por el Retiro es "fundamental" para saber lo que se está haciendo en el panorama de la viñeta.

Y lo es porque durante estos dieciséis días el Retiro se ha convertido en el mejor escaparate para que el sector del cómic se muestre en su plenitud, así como para que editores y libreros "recuerden" a los fieles y nuevos lectores que el resto del año venden los mismo en sus negocios.

"Las tiendas especializadas tienen una gran cantidad de material, pero muchas veces es difícil llegar a ellas, y para lograr ver en un muy pocos metros todo el panorama de lo que se está editando venir a la feria es fundamental. Ahora mismo si tuviera que darme una vuelta para saber lo que se está editando me vendría a la feria", cuenta a Efe Enrique Redel, editor de Impedimenta.

Y esto es lo que le sucedió a la reina Letizia durante la inauguración de esta 75º edición, cuando durante su paseo se paró en la caseta de la librería Generación X y se encontró con los cómics de Alan Moore.

Como recuerda Ismael Contreras, socio fundador de este punto de referencia para comiqueros, la reina le contó las obras de Moore que se había leído, por lo que "da fe" de que lo conocía. Así que este vendedor con tablas le recomendó "Providence", la última novela del autor del clásico "V de Vendetta".

Pero no sólo los grandes del cómic americano triunfan en esta cita anual, sino que otras autoras noveles como la gaditana Quan Zhou, una joven de padres chinos que con su "Gazpacho agridulce" ha hecho que Beatriz, una lectora de cómics habitual, se acerque a la caseta de la editorial Astiberri para que le firme un ejemplar después de conocerla a través de la red social Instagram.

"¡Fuiste tu la que me comentó la foto! -grita Zhou a Beatriz mientras le firma un libro- Por esto me gusta estar firmando en la feria, ¡porque la gente como tu se acerca!".

Firmas aparte, que también los autores de cómic tienen sus colas de seguidores, el editor de Impedimenta reconoce también que de unos años para atrás se han dado cuenta de que la viñeta es una "alternativa alucinante" para sus catálogos, así como un género que ha entrado "por la puerta grande" en las librerías generalistas.

En este sentido, Redel añade que este año en la feria se está vendiendo "mucho cómic": "Los editores de cómics que he visto durante estos días nos han estado diciendo que han tenido subidas del 30 y el 40% respecto al año pasado". Un hecho que, entre otros motivos, achaca al hecho de que este género ya sea una "recomendación cultural" como lo es cualquier otro libro.

Y a que le recomienden cómics han acudido este año algunos profesores de colegios madrileños a la caseta de la librería El mono araña, un rincón donde la viñeta abarca todos los géneros y donde Patricia, una de sus vendedoras, destaca con alegría a Efe este hecho.

"Me parece fundamental que los cómics estén en las bibliotecas y en los colegios porque a los niños se les puede enganchar a la lectura a través del mundo del cómic", expresa.

Eso sí, aunque son muchos los padres que acuden a la historieta para que sus hijos comiencen a tener amor por la lectura, otros, sin embargo, califican el noveno arte de "porquería edulcorada", como cuentan con tristeza desde esta librería madrileña.

Un ejemplo que hace pensar que aunque sea dulce el momento que el cómic vive en nuestro país, aún hay muchos lectores que piensan que el cómic no está a la altura de sus expectativas.